-Es una mini-versión de Ross.
Sonreí mientras que ________________(1) observaba atentamente el bigote de Harris.
-Talvez por que es su padre.- respondí divertida.
Una de las que estaban haciendo mi cabello me indicó que no me moviera o sino me quemaría el rostro.
-¿Qué es eso?- preguntó ___________________(1).
-Ondulador de cabello.- respondí.
-Colocas el cabello entre las dos tenazas y lo enrollas.- le respondió la chica.
___________________(1) le sonrió.
-¿Puedo intentarlo?
-Muy bien, sáquenlo de acá.- dijo Harris riendo.- Quieres ir al estacionamiento.
Hay varios autos de golf que podría enseñarte a conducir.
Miré a Harris esperando que dijera que era broma.
Y me lo confirmó cuando me guiñó un ojo.
____________________(1) asintió varias veces entusiasmado.
-Volveremos en 20.
....
-¿Y no te asusta que tu hijo entre y te vea haciendo esto?
Me acomodé sobre Billy mientras todos acomodaban las cámaras para continuar con la grabación.
Colocó sus manos en mi cintura para ayudarme.
-Él está jugando en mi camerino.- respondí.
Billy no había cambiado mucho, talvez lo único distinto ahora en él era que se había dejado crecer un poco del bello facial.
Le quedaba mejor así.
Me había encargado de dejarle suficientes juegos en el iPad para que _________________(1) se pudiera entretener por lo menos 3 horas...aunque las horas de grabación serían 8.
-__________________, más a la derecha.- me indicó Harris por el megáfono.
Me moví.
Dos de las asistentes de estilistas vinieron con pequeños frascos de agua para hacer los retoques.
Me rociaron con el agua aperfumada por toda la piel.
Haciendola ligeramente lucir como sudor, rociaron mi cabello y lo movieron para darle un afecto más de despeinado.
Y finalmente me quitaron la pequeña bata que me cubría.
-¿Listos?- preguntó Harris.
Clavé la mirada en los ojos de Billy.
Nuevamente fingiría que estaba loca por sentirlo más adentro de mí.
Me sonrió.
-Acción.- dijo Harris.
Toda la bulla del estudio desapareció.
Y yo rompí el silencio con varios jadeos.
-¡Sí!- gritó Billy.
Empezé a moverme sobre él, fingiendo que lo tenía dentro de mí.
Gemí.
-Kendall...- llamó Billy.
Volví a gemir.
Me moví hacia arriba y abajo sobre él.
Sus manos empezaron a recorrerme la piel.
Y luego sus labios se posaron sobre los mios.
Lo besé como si realmente fuera real.
Y es que imaginaba que no era Billy, sino que era Ross.
Esa era la clave de mi buena y natural actuación.
Billy gritó.
-Me correré.- avisó.
Gemí.
Jadeé un par de veces más, resistiendo la risa al darme cuenta de lo gracioso que era fingir un orgasmo.
