—Gracias —dijo la mujer en un tono seco, y esperó a que el guardia se fuera antes de hablar. Yo me estaba preguntando qué haría una monja en mi celda. ¿Estaría ella relacionada con el padre Felipe?

—Ya sé que no mataste al padre Felipe —me dijo la monja con una leve sonrisa en su rostro.

—¿Cómo lo sabe? —le pregunté con curiosidad.

—Porque yo era su confidente —contestó—, y él me ha contado todo sobre tu problema. Estoy segura que fue ese maldito rhycolas quien lo ha hecho.

Me alegraba saber que había alguien quien estaba seguro de mi inocencia. Definitivamente eso logró tranquilizarme un poco.

—¿Cómo se llama? — pregunté.

—Soy la hermana Esther, y era tía de Felipe. No hay mucho que pueda hacer para ayudarte, querida —continuó la monja, haciendo que mis esperanzas disminuyesen un poco—, pero tengo algo para que leas. Felipe me había dejado un sobre para ti, en caso que algo le sucediese.

—¿Qué hay adentro? —pregunté con curiosidad.

—No lo sé—dijo la hermana Esther, dándose la vuelta—. Felipe me prohibió leerlo. Pero tú debes leerlo ahora, ya que de las tres a las cuatro de la tarde el demonio no podrá monitorear tus pensamientos. Es una debilidad que debes aprovechar.

—Gracias —le dije con sinceridad. Esa mujer se estaba arriesgando mucho al venir a verme.

—Ten mucho cuidado —respondió ella, y luego llamó al guardia para que volviera a abrirle la puerta. Miré el reloj que mi madre me había traído. Eran las tres y cinco. Debía apurarme a leer todo lo que había dentro de ese sobre, aprovechando que Devin no sabría que lo había hecho.

Dentro se encontraban varias páginas de libros antiguos y una carta dirigida a mí.

Querida Celeste:

 

Si estás viendo esta carta, es porque seguro he muerto. Creo que he estado indagando en cosas que no debería, y eso puede llegar a costarme muy caro. Pero es mi deber impedir que el mal prospere. Por eso me he encargado de hacerte llegar esto luego de mi defunción, para que sepas a lo que te estás enfrentando.

Según he podido averiguar, este fin de semana será iniciado un nuevo cazador de demonios en este pueblo. En principio pensé que el rhycolas estaba encaprichado contigo, por algún extraño motivo. Pero ahora pienso que está aquí debido a la iniciación del nuevo cazador, para impedirla. Lo más seguro es que tú tienes alguna relación con él, y que el demonio te haya elegido a ti para poder llegar a él y acabarlo.

Lee las páginas que adjunto para ver más información sobre este tipo de demonios  y sobre los cazadores. Puede que te resulte más fácil entender todo si lo haces.

Es de suma importancia que no dejes que el demonio impida la iniciación del cazador, ni que lo mate. Solo hay uno por generación, dentro de cada linaje, y es importante que este sobreviva.

Espero poder verte alguna vez en el paraíso, Celeste. Tienes una buena alma. No dejes que sea corrompida.

Con mucho cariño.                                              

Padre Felipe

 

Lágrimas corrían por mi cara. Estaba muy emocionada que el Padre Felipe se hubiera preocupado tanto por mí como para arriesgar su vida investigando todo lo posible para ayudarme. Nunca dejaría de estarle agradecida, ni me olvidaría de lo valeroso que había sido. Pensé en las palabras en esa carta, tratando de darles sentido. Lo primero que se me ocurrió fue que era una prueba contundente de que yo no lo había matado. ¿Pero podría usarla? ¿No iría contra las reglas de ese maldito demonio? Lo más posible era que Jessica terminase pagando si yo utilizaba esa carta en mi defensa.

Tú, Mi Pesadilla ©Where stories live. Discover now