Capítulo 1

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Septiembre

La vuelta a la realidad había sido mucho más difícil de lo que pensaba. Sentía constantemente la mirada de la gente que me reconocía por la calle, mis amigos insistían en preguntarme a diario y mis padres controlaban cada uno de mis movimientos. Había llegado un punto en mi vida en el que sentía que me estaba empezando a ahogar.

—¿Cómo has pasado el verano, Maddie? —me preguntó la psicóloga.

—Bien, creo que he podido descansar.

—¿Crees?

—Sí, bueno... me fui unos días con Luke, Lucy y Jake a la playa y me sentí bastante bien.

—¿Y eso por qué?

—No sentía esa presión continua de la que hablamos la última vez.

—Entiendo... —dijo mientras apuntaba algo en su cuaderno—. ¿Y qué tal has empezado la universidad? ¿Qué yal con tus compañeros?

—Bueno, bien. A veces me siento observada, pero ha habido muy poca gente que me haya preguntado por el tema. También es verdad que con Lucy en clase es mucho más fácil manejarlo.

—¿Y qué tal van las salidas a la calle?

Respiré profundamente. Tras el secuestro sentía pánico al pensar en salir a la calle. Poco a poco y con ayuda de la psicóloga, fui capaz de ir saliendo cada vez más lejos de mi casa, pero siempre acompañada.

—El otro día pensé en bajar a por el pan, pero solo lo pensé.

—Poco a poco, Maddie. Cada cosa llegará. Ya lo verás.

—Hay una fiesta en la universidad, pero creo que no voy a poder ir.

—¿No va a ir Lucy? —preguntó, pero asentí con la cabeza—. Sería bueno que fueras con ella. Ir acostumbrándote también a estar en un ambiente más relajado.

—No estoy del todo segura... ¿Y si aparece?

—Maddie, no va a aparecer. ¿Recuerdas lo que dijimos?

—Pero a lo mejor...

—Tú sabes que es imposible.

—Zac está muerto. Zac está muerto.

—Si no te ves con fuerzas, no vayas a la fiesta. Sin embargo, creo que puede ser bueno para ti. Además, seguro que Luke y Jake pueden ir con vosotras.

Asentí lentamente con la cabeza y suspiré. Algún día tendría que salir de mi fortaleza y enfrentarme a la realidad.

Una semana después...

—No creo que deba ir a esa fiesta, Lucy.

—Maddie, te prometo que no me voy a separar de ti ni para ir al baño. Incluso podemos ir solo un rato y luego volver a casa.

—No quiero parecer un mono de feria. Me miran como si estuviera apestada.

—Dejarán de hacerlo. Además, no eres tan guapa.

—Muy graciosa —contesté antes de lanzarle el cojín.

—Podemos acercarnos y si vemos que no nos gusta, nos vamos a cenar y listo. Te lo prometo.

—Está bien, pero solo un rato.

Lucy esbozó una enorme sonrisa y me apretujó entre sus brazos.

Cada año Joseph Foster organizaba una fiesta en su casa para celebrar el final del verano y el comienzo de las clases. Además, en esta ocasión, Joseph estudiaba en la misma universidad que nosotras y había decidido fusionar a los compañeros del colegio con los de la universidad.

Salvando a Maddie (SCV #2) EDICIÓN 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora