El Castaño De Las Donas [Stony]

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–Lo siento Tony–Steve se levantó de la banca dispuesto a correr–, no puedo escuchar más, me da vergüenza, sólo dime que no quieres volver a verme y así será.

El más bajo se levantó y caminó hacia el otro.

–Steve, es de mala educación interrumpir ¿sabes?–el castaño arqueó una ceja–, sólo déjame terminar.

El más alto aceptó a regañadientes.

–El castaño admiró el dibujo un buen rato, debatiendo internamente si debía echarle un vistazo a todo el cuaderno–Tony miró a Steve con un sonrojo en las mejillas–, al final la curiosidad pudo más y esa noche se puso a leer y admirar todo lo que había dentro–el castaño pudo ver que el rubio tragaba saliva e intuyó que si no hacía nada pronto este iba  salir corriendo.

Tomó las dos manos de Steve y tiró de ellas con la fuerza suficiente para que ambos pechos se tocaran, se paró de puntitas, abandonó ambas manos del rubio para poner las suyas en los hombros de este y lo besó.

Tony tembló pensando que había cometido un error, qué tal vez Steve no gustaba de él después de todo...

Y después todo cambió, pues Steve lo besó de vuelta.