La cruzada contra el dragón negro no salio como se esperaba, incontables y valiosas vidas se perdieron, pero dos aventureros se mantuvieron firmes para proteger hasta su ultimo aliento a su pequeño destinado a la grandeza
La historia de un héroe dif...
Pero cuando estaba solo esa fachada caía a pedazos.
Aunque no quisiera admitirlo él era un mocoso perdido, solo en el mundo, sin un camino fijo más que el de hacerse más fuerte para destruir a ese maldito dragón.
Pero luego de destruirlo ¿Qué haría? ¿Seguirá entrenando? ¿Seguiría estando solo y sin nadie? Con el pasar del tiempo noto con rapidez que luego de derrotar al dragón su vida no tendría sentido de nada, todo por lo que vive, todo por lo que lucha es por matar al dragón de un solo ojo pero y luego ¿Qué?
Tan ensimismado estaba en sus pensamientos que no noto a un hombre caminar hacia el hasta que fue tarde, ambos chocaron pero el único en caerse fue el hombre frente a él.
¡CRASH!
El sonido del cristal romperse atrajo la atención de bell, también algunas cajas algo pesadas tiradas aun lado milagrosamente intactas, pero en el suelo había varios viales con pociones completamente destruidos debido al impacto mientras que en el suelo un hombre hacia un leve gesto de dolor ante un golpe en su rodilla.
El hombre tiene el pelo largo y azul oscuro y ojos azul oscuro. Lleva una túnica negra, una estola marrón tostada que le llega hasta los hombros y zapatos marrones.
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La mirada gélida de bell se suavizo un poco al notar que por su culpa varios viales estaban rotos en su totalidad por lo cual extendiendo su mano se la ofreció al hombre.
-Lo siento.....iba tan concentrado en otras cosas que no te vi-
- No te preocupes....un error lo comete cualquiera-
-tenga le pagare los viales rotos-
-No es necesario, de veras-
Bell miro como el hombre le regalo una sonrisa amigable negándose a tomar la bolsa con varisu que el peliblanco saco de su cintura, el hombre se agacho para tomar ambas cajas que se notaban algo pesadas por lo cual en un acto de fuerza y velocidad el oji-rojo tomo antes las cajas levantándolas sin esfuerzo alguno.
-Por lo menos deje que lo ayude a llevar estas cajas, se notaban pesadas-
-Está bien.....muchas gracias Mmmm-
-Bell Cranel, un gusto-
-Igualmente bell-san, mi nombre es Miach-
-¿Eres dios de la familia Miach?-
El peliblanco lo miro levemente sorprendido mientras el hombre sonreía, si bien tenía un leve conocimiento de los dioses de Orario no significaba que conocía a todos aunque debería haberlo sabido, Miach llevaba pociones y viales y como tal su familia era del tipo medicina.
Ambos caminaron cerca de 5 minutos, Miach noto rápidamente como varios aventureros miraban a bell y murmuraban, solo para que este los mire con ojos gélidos haciendo que corrieran despavoridos.
