Tanner se va indignado, pero al parecer lo acepta. He roto una amistad de años, aunque no creo que era buena influencia. Verel me lleva al cuarto y me recuesta en la cama, despacio desata las cintas de mis muñecas.
—¿Te duele? —pregunta y niego moviendo la cabeza, entonces sonríe —Que bueno —Agarra un pañuelo y seca mis lágrimas.
—Gracias —Hago una pausa —¿Crees que regresará?
—Lo dudo, Tanner cuando se enfada se va por mucho tiempo, además lo eché y a pesar de lo que pienses, respeta mi opinión.
—Pero me atacó —le aclaro.
Suspira y deja el pañuelo a un costado en la mesita de luz.
—Sí, pero no lo hará de nuevo, no te preocupes. Para cuando regrese se dará por vencido porque sigues aquí —Sonríe.
Me río.
—Crees que permaneceré contigo.
—Eso me dijiste.
Touché.
Me inclino y me acerco a su rostro, entonces le vuelvo a aclarar.
—Te deseo ¿Es acaso un delito?
—Claro que no —Me sonríe amable —. Menos ahora que te has calado en el fondo de mi ser, quizás si hubieras sido otra persona, no me hubiera preocupado tanto.
Siento el calor en mis mejillas.
—Verel...
Apoya su dedo índice en mis labios.
—No digas nada —Baja su mano y acerca su rostro al mío.
Nuestras bocas se unen en un silencio esplendoroso. Lo que quiero se cumple, entonces me doy cuenta de la bonita sensación. Al final mis deseos no eran tan oscuros.
Fin.
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Deseos Oscuros
VampireTodos tenemos deseos, Aimé tiene varios, algunos normales como cualquiera y otros oscuros. El problema está, en que no sabe cuales son los reales y cuales no. Solo alguien puede responder esa pregunta, solo él. Por Viviana Valeria V.
