SUEÑO. [Pablo Alborán]

33. Diez Meses Después

(Cambio de narrador)

Estoy haciendo la cena, mientras los niños están jugando en el salón. Pablo se ha ido de gira hace tres semanas y Sara ya pregunta por él. Y lo que le queda...

- Mami-. Oigo a la peque, que gatea hacia la cocina y se apoya en los armarios para ponerse de pie y caminar apoyándose en ellos. -Aúpa-. Me pide que la coja y así lo hago. -¿Papi? ¿Ónde ta?-. me pregunta poniendo sus brazos como Pablo cuando pregunta algo en modo infantil.

- Eso, mamá. ¿Cuánto tiempo tardará en venir esta vez?-. pregunta mi hijo sentándose en la pequeña mesa de la cocina después de haber colocado los cubiertos y los vasos.

- Chicos, papá trabaja fuera de casa. Tenéis que ser pacientes a que acabe el trabajo, y luego ya vendrá a vernos. Yo os entiendo-. Les digo.

Cuando acabamos de cenar, los acuesto y saco a Coco a caminar. Luego recojo la cocina y me alisto para ir a la cama.

Finalmente, me dirijo a la habitación y me encuentro con el angelito de Coco tumbada en la almohada de su dueño con una expresión triste en todo su cuerpo. Me meto en las sábanas y su perfume inunda mi mente. No puedo evitar pensar en él. Para mi sorpresa, mi móvil vibra sobre la mesita de noche mostrándome en la pantalla: "Bomboncito".

- Hola, mi amor-. Lo oigo saludarme.

- Hola, cariño-. Me limito a sonreír.

- ¿Qué tal, qué haces?-. pregunta.

- Muy bien. Los nenes ya llevan un rato durmiendo y yo acabo de subir del parque y estoy en la cama-. Le explico. -Sara me preguntó por ti. Están fatal todos. Coco duerme en tu almohada todos los días, Fede se queja porque no juego a los videojuegos...-. Se ríe.

- Fede no me extraña, lo sé. Pero es que lo de Coco... me duele, en serio-. Me indica.

- La tengo aquí. Se está durmiendo ya, la niña la dejó K.O-. le digo divertida. -¿Y tú, cómo estás, dónde?-. pregunto.

- Estoy bien. Los fans tienen ganas de fiesta y de saltar-. Me dice. Me encanta oírlo así, tan vivo. -Estoy en Londres. Te tengo que traer aquí, amor. Me estoy acordando de ti en cada calle que paseo, es una auténtica pasada, Estefi-.

- Bombón, me encanta oírte así. Estás muy feliz-. Confieso.