Parte 19

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El tiempo pasó muy rápido, habíamos visto playas increíbles, explorado lugares impresionantes e ido a fiestas de puta madre. Pero la aventura llegaba a su fin, sin darnos cuenta nuestro viaje se acababa y nos encontrábamos en el último día.

Me desperté por el ruido de la calle, Dani estaba abrazado a mi, como las noches anteriores. Hoy teníamos día libre por ser el último así que podíamos estar tranquilos.
Habían sido unos días muy intensos, nunca en mi vida había follado tanto. Mariah y Angel me habían dado experiencias alucinantes, eran amantes del sexo y sabían lo que hacían, para nosotros era simplemente follar, no había nada más, pero con Dani esto era diferente, nunca habíamos estado tan unidos, habíamos llevado nuestra amistad a otro nivel, y eso me gustaba.

La puerta del baño se abrió, de el salió Angel, con solo la toalla después de una ducha.
Me miró con picardía mientras dejaba caer la toalla al suelo. Era un cabrón.
Adri había bajado al comedor a darse un atracón y Dani seguía dormido. Me aparte de él y salí de la cama intentando no despertarlo.
Me acerqué a Angel que pegó su cuerpo contra el mío y dijo
-Buenos días-
Me señaló con la mirada al balcón y puso esa sonrisa guarra que siempre le salía, yo sonreí también.
Al poco Angel sacudía su polla dentro de mi boca mientras los rayos de sol de la mañana chocaban contra nuestros cuerpos.
Me encantaba el sabor de su rabo, era tan varonil y me ponía tan cachondo... Además no pensaba que esto se fuera a repetir realmente una vez volviéramos.
Al fin y al cabo lo que pasa en Tenerife, se queda en Tenerife.

Yo agarré el culo de Angel para marcar el ritmo, era suave y tenía la piel tersa.
Mientras le chupaba la polla mire hacia arriba, las vistas eran espectaculares. Su cuerpo atlético y marcado se retorcía de placer mientras le mamaba el bicho, se corrió sin avisar como solía, pero hizo algo que no hacía tan a menudo, se agachó y empezó a besarme, fue tan apasionado que me tiró hacia atrás, la imagen tenía que ser alucinante, los dos tirados en el suelo, desnudos, y él encima de mi, liándonos como locos.
Mientras comenzó a masturbarme, ahora si que lo estaba gozando, su polla húmeda se frotaba contra mi cuerpo, no me contuve mucho y me corrí haciendo que los dos acabáramos llenos de semen, esto no le detuvo y siguió frotándose contra mi hasta que se corrió de nuevo, llenándonos aun más de semen. Después rio, y yo también
-Estamos locos- dijo simplemente

El viaje de fin de curso (gay bisexual hot)Where stories live. Discover now