Kids♥Chanho

when you love someone

Se sobresaltó cuando escuchó el ruido de un coche aparcando cerca de su casa.

Salió, y sonrió al ver a Christopher saliendo del coche.

- ¿Estás listo? - Le preguntó.

- Me falta poco. -

Volvió a entrar a su casa, se lavó los dientes y tomó una mochila pequeña para guardar su cartera y su móvil.

Salió, y Bang sonrió.

- Te ves genial. -

- No mientas, idiota. - Minho rió levemente, y golpeó el hombro de Chan.

Finalmente, Bang arrancó el coche, y Minho se apoyó en la ventanilla.

Era tarde, pero aún así había coches yendo de un lado a otro. Era normal, estaban en Navidades y los adultos iban a comprarle regalos a sus familias.

Ah... Navidad. Minho amaba esa festividad. Las calles se llenaban de luces, y lo que más le gustaba era ver a los niños felices.

A pesar de casi siempre pasar sus Navidades solo, le encantaba.

- Ya hemos llegado. -

Minho miró hacia el frente. Estaban en una playa.

- Oh, no he traído ropa para la playa... - Dijo mirando el suelo.

- ¿Qué más da? Quítate los zapatos y los calcetines y vamos a la arena. Como cuando estábamos en la universidad. -

Minho sonrió e hizo caso al australiano, para luego correr hacia la arena.

Chan cerró el coche, y sonrió enternecido al ver a Minho con los pies en el agua, y sonriéndole emocionado.

Fue hasta él y lo tomó de la cintura.

- ¿Por qué me has traído hasta aquí? - Susurró Lee.

Chris cerró los ojos, deleitándose con el sonido del mar y con la dulce voz de su querido Minho.

- Quería proponerte algo. - Lee enseguida volteó, mirándolo serio. - Te conozco desde que tenemos 10 años, y tengo que reconocer que eres lo mejor que me ha pasado en la vida. He hecho auténticas locuras para poder amarte, igual que tú, pero supongo que eso es lo que pasa cuando amas a alguien. Cads vez que te veo triste, prefiero ser yo quien llora y no dejarte llorar a ti. -

Minho ya estaba sonriendo mientras lloraba. Su corazón latía rápidamente, y cubrió su boca cuando vio a Chris arrodillarse frente a él.

- Puede que sea pronto, pero... ¿Aceptas ser mi futuro esposo, Lee Minho? -

El coreano no dijo nada, y cayó de rodillas a la arena.

- ¿Mi-Minho? ¿No quieres-? -

- ¡Claro que quiero, idiota! -

Y se abalanzó sobre él, sin importarle que su ropa se mojara y se llenara de arena.

Unieron sus labios en un tierno beso, y se miraron a los ojos.

- Te amo, Minho. - Dijo Chris dándole el anillo al nombrado.

- Y yo a ti, Channie. - Respondió Lee, poniéndose el anillo en el dedo.