Te Recordaré |Venganza Y Avaricia: Dos Cosas Que No Deben Juntarse| (LIBRO 1)

7. La Desaparecida

Y pude apreciar la banca vacía.

No esta.

¡Joder no esta!

Volteé a ver a Karla y ella me miró con confusión-Karla ya tengo que irme, lo siento-Pronuncié todo con rapidez e inquietud.

-Pero...—La interrumpí.

-No tengo tiempo, te llamo más tarde-Mencioné, y sin esperar nada más, caminé rápidamente sin rumbo alguno, escaneando a todas las personas de pies a cabeza, buscándola como loco por doquier.

-¿¡Kristal, dónde te metiste!?-Murmuré con desesperación, desordené mi cabello con la mano intentando tranquilizarme, pero no lo logré. Estar preocupado es poco.

No sé a donde fue, oh si esta con alguien, o si se la llevaron, o si se perdió. ¡Oh si la secuestraron unos putos alienigenas!

-Okey Jackson, cálmate-Me detuve en seco-Vas a ir a casa, buscarás el auto y comenzarás a buscarla-Suspiré plateándome una idea-Sí, eso haré.

Kristal Derricks

Ay, pero que bella es la vida.

Creo que mientras corría al parque no pude apreciar la belleza de estas calles, y por su puesto la belleza de estas casas. Todo es hermoso aquí.

-Me pregunto si Jackson se habrá dado cuenta de que me fui-Borré esa idea de mi mente al recordar que estaba muy concentrado hablando con esa chica, tal vez hasta se olvidó de que "Estoy ahí", hice una mueca de disgusto y continúe caminando, hundida en mis pensamientos.

-¡Kristal!-Escuché un grito a la distancia.

-¿Jackson?-Susurré, con el ceño fruncido me di vuelta.

Y entonces veo a un chico correr como loco en mi dirección, y ya cuando esta lo suficientemente cerca puedo asegurarme de que sip, es Jackson. En cuestión de segundos ya esta abrazándome con fuerza, mucha fuerza... Demasiada fuerza.

-Jackson, me estas... M-Me estas...-Traté de alejarme de él, pero ni por un milagro se movía. Ya cuando sentía que estaba a punto de perder el conocimiento creo que por fin se dio cuenta de que me esta matando y me suelta. Tomé aire con fuerza repetidas veces y cuando me sentí un poco más estable lo miré con cara de "¿¡Qué carajos te ocurre!?"

Poco a poco su expresión de preocupación disminuye, y llegó otra, esa es... Ira.

De un momento a otro estoy sobre su hombro sin entender absolutamente nada. Sí, me cargo de una manera un poco brusca la verdad, pero aún sigo en shock por su extraño comportamiento.

-¿Piensas cargarme hoy todo el tiempo?

-Bueno, contando en que no pesas nada y de que así llegamos más rápido, no tengo problema en lo absoluto. Y ahora haz silencio que se supone que estoy enojado contigo-Dijo, luego de unos minutos, finalmente pude alcanzar a escuchar el sonido de una puerta abrirse. Luego sentí como me tiró en el sofá.

-Que delicadeza-Ironicé acomodándome mas decentemente, había caído como una muñeca de trapo.

-¿Se puede saber por qué te fuiste sin avisarme?-Preguntó ya con un semblante serio sentándose a mi lado con los brazos cruzados.