—Oh, eso... —tosió un poco—. Eso es genial, Louis. Yo...me alegro demasiado, de verdad. Es realmente genial.

Apenas hablaron unos minutos más ya que la pareja de Louis apareció detrás suyo con un par de bolsas de arroz. Un chico de piel morena y ojos de color miel, a quien conocía perfectamente. Su mejor amigo de la adolescencia, Zayn, con quien también había dejado de hablar hacía bastantes años. Lo saludó con un simple apretón de manos, intentando ser educado, sabiendo que la incomodidad se había empezado a sentir desde el primer segundo en el que apareció en el lugar. Poco después finalmente se despidieron, dejando a Harry con un mal sabor de boca.

De camino a casa no pudo dejar de pensar en lo que acababa de pasar. Louis y Zayn. No sabía si decir que se lo esperaba o no. Era algo tan previsible. Pero pensó...solo por un momento pensó que ellos no serían capaces de hacer eso. Su exnovio con su ex mejor amigo...realmente su vida no podía ir a mejor.

En cuanto llegó a casa tuvo que dejar sus pensamientos atrás. Ayudó a su madre con la cena y recibió a todas las personas que se iban presentando, sus primos, tíos y abuelos. Cenaron todos juntos entre risas y recuerdos, hablando de todo un poco mientras esperaban pacientes a que llegara la hora. Llenaron sus copas, miraron el reloj y finalmente, cuando marcó las doce, alzaron sus brazos y gritaron de alegría. Chocaron sus copas entre todos y cada uno de los presentes y se felicitaron el comienzo de año, entre abrazos y grandes sonrisas. Todo en apenas un pestañeo.

Quince minutos después Harry decidió salir al patio a fumar. Se colocó su abrigo y salió dejando la puerta entreabierta mientras sacaba un cigarrillo de la cajilla y lo encendía con el mechero, pudiendo ver de lejos los fuegos artificiales y las estrellas fugaces en el cielo. Dio la primera calada y soltó el humo lentamente, sin dejar de mirar los alrededores, dejando la mente totalmente en blanco y centrándose únicamente en la nicotina entrando en su cuerpo. Fue así hasta que escuchó un leve ruido en el patio de al lado. Se giró instintivamente para ver de quién se trataba. Su sorpresa fue encontrarse a la hermana de Louis, la mayor de todas, saliendo para hacer exactamente lo mismo que él. Ella en cuanto lo vio, no pudo evitar sonreír de oreja a oreja.

—¿Harry? —preguntó ella, acercándose en la valla mientras soltaba el humo de su boca.

—¡Lottie! —sonrió él, acercándose de la misma manera.

—Dios, ¡hacía tanto que no sabía de ti! ¿Cómo has estado? —dijo en tono alegre.

Harry sonrió ampliamente.

—Muy bien, ¿y tú qué tal? ¿Estáis todos en...?

—Sí, hemos venido toda la familia a celebrar el final de año con la familia Malik. Ya sabes, él y mi hermano...

—Sí, me he enterado hoy.

Lottie hizo una pequeña mueca.

—No creo que te hayas tomado demasiado bien la noticia, ¿cierto?

Harry soltó una leve risa.

—No ha sido la mejor noticia que me han dado, pero...me alegro por ellos —Se alzó de hombros, intentando mostrarse indiferente.

—Seguro —alzó una de sus cejas, seguidamente chasqueando su lengua—. Pues ¿quieres que te sea sincera? Yo te prefería mil veces a ti. Siempre serás el mejor cuñado que habré tenido nunca —le dijo, guiñándole un ojo y riendo de forma leve.

Harry rio de la misma manera, sintiendo cada palabra que Charlotte había sido. Podía sonar todo a broma, pero aquel comentario le había importado más de lo que aparentaba.

—¿Zayn no es un buen cuñado? —preguntó, siempre en tono divertido.

—Lo es —admitió—. Pero tú eras mejor —rio—. Además...no se lo digas a nadie, pero creo que en el fondo mi hermano nunca ha dejado de estar enamorado de ti.

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