Me retorcí de placer.

-¿Más, bebé?- me preguntó con una sonrisa.

Si respondí.
Le mordí el labio que él se mordía. Y me chupé la boca delicadamente.

Sus manos volvieron a chocar contra mi piel.

-Ah...- gemí.

Aprovechó que solté su labio, y mordió el mio.
Su lengua entró a mi boca y me recorrió.

Bajé las manos por su cuerpo.
Estaba tenso...
Quería decir que al igual que yo estaba acercandose al orgasmo.
Coloqué las manos en sus caderas.
Y clavé las uñas allí mientras sentía como su miembro se estiraba y entraba en mis ajustadas paredes vaginales.

-Oh...- gimió él.

De alguna manera logró meter su mano y tocar mi clítoris.

Grité ruidosamente.
Hasta me dolió la garganta.

Mi cuerpo empezó a cerrarce y abrirce.
Y mi vagina a apretarce más.
Cerré los ojos como si eso fuera a ayudarme a soportar el orgasmo que se venía.

Ross empezó a gemir más rápido.
Y no se molestó por callar mis gemidos.
Me respondía con un "sí".

-Oh Ross, Dios mio...

Me abrazó para ayudarme a moverme.
Cada vez lo sentía más adentro.
Mordí mi labio.
Ya me dolían por tanto haberlos usado.
Pero me ayuda a calmarme.

-¡Ah...!

Me iba a correr.
Lo sentía bajando por mi cuerpo.

Traté de esperar un rato más, pero los gemidos de Ross no me ayudaban.

Empezó a gemir en mi oido.

¡Jesús!

Grité cuando el orgasmo me volvía a alcazar...

Me aferré a Ross.
Supe que él tambien habia llegado.

Fuimos dos cuerpos colmados de pasión retorciendose y gritando.
Al igual que yo se mordía el labio para no hacer tanto ruido. Pero era casi imposible.

Me seguí moviendo sobre él.
Y la humedad que había entre nosotros era casi una locura.

Me moví sobre su polla un par de veces más y él me lo agradeció con gemidos.

Me sujetó el rostro y atrapó mis labios.
Me besó mientras ambos caiamos casi completamente inconcientes.
Sus brazos me rodearon.

En unos minutos estuvimos con las respiraciones casi normales.

Abrí los ojos, apesar del cansancio, solo para verlo.
Me observaba.

Se mojó los labios.

-Mierda,________...- dijo con una sonrisa.

Besé su pecho.

Y estuvimos en silencio hasta que casi me quedé dormida.

-Es mi madre.- dijo Ross. Oí el sonido de mi movil.- Podrías pasarme el teléfono.

Me levanté y suprimí las ganas de volver a gemir cuando lo sentí salir lentamente de mí.

Tomé el teléfono y luego de chequear que sí era Stormie se lo pasé.

-¿Mamá?- dijo.

Bajé de la cama para ir a colocarme algo encima.
Hacía algo de frio a estas horas.

Me coloqué la camiseta de Ross, que me cubría gran parte del trasero, y volví a la cama.

-Sí, estoy con ella.- resopló divertido.- Sí, aún estamos despiertos.- me cubrí con las sábanas y me recosté con la cabeza sobre él.- Estuvimos ocupados hablando...

No alcanzé a oir lo que Stormie le respondió.

-Sí mamá. La puerta de la habitación está cerrada.- giró hacia mí y me puso los ojos en blanco.- Las ventanas tambien...Sí, ___________(1) ya está dormido.

Me hubiera quedado a oir su voz hasta que amaneciera. Pero ahora todo lo que quería oir era que me digan que por lo menos tenía 6 horas para descanzar.

Mis ojos se cerraron solo, me pesaban mucho.
Nisiquiera los abrí cuando Ross dejó el telefono.

Solo sentí que bajó de la cama y fue al baño.
Volvió con el rostro mojado, y por la cercanía de su cuerpo noté que tambien traia boxers puestos.

Me abrazó y encajó su cuerpo perfectamente al mio.
Besó mi frente.

-Mañana saldremos a las 8:30.

Suprimí las ganas de decirle que no se valla.
Lo iba a extrañar demasiado.

-Te extrañaré demasido, amor.- agregó.

Abrí apenas los ojos para ver como a él tambien se les cerraban.

-Te amo.- susurré casi sin fuerza.

-Yo te amo a tí, preciosa.

Cerré los ojos.
No quería que se valla.

-No pienses en lo de mañana aún.- dijo. Me estechó más hacia su cuerpo.- Piensa en que aún tenemos más de 6 horas para dormir.

YELLOW (Ross Lynch) (Hot)Where stories live. Discover now