Castígueme

2.2K 67 4
                                    

Habían pasado ya dos semanas desde aquel encuentro con mi profesor y desde ese día el contacto visual entre nosotros había disminuido, él trataba de ignorarme lo más posible pero yo siempre encontraba la manera de llamar su atención cómo mandarle besos, guiñarle el ojo, mostrarle la pierna o incluso morderme el labio y me fascinaba lo nervioso que él podía ponerse con sólo mirarme.

Él movía la boca transmitiendo algunas palabras explicando su clase pero yo sólo estaba concentrada en el movimiento de sus labios y de un momento a otro me imaginé a esos labios recorrer mi cuello hasta mis pechos y que con esos dientes blancos jalara mi pezón. Mi mente se divagó a otro lugar donde solo estábamos él y yo siendo uno mismo, él hundiéndose en mi cuerpo y yo susurrando su nombre cuando mis piernas temblaran.

–Señorita Cristal. –dijo él sacándome de mis pensamientos.

–¿Qué? –hablé rápidamente.

Algunos comenzaron a reírse pero los ignore por completo.

–Que pase a responder la siguiente pregunta. –señaló el pizarrón con el plumón.

Me levanté y caminé a paso lento hacía él intentando ignorar que todos me veían desde atrás, traté de olvidarme de mi ridículo atuendo de esa mañana pues gracias a que se me había hecho tarde iba con ropa deportiva y mi cabello desarreglado.

Miré el pizarrón y leí en voz baja la pregunta que estaba pero no tenía ni puta idea de lo que se trataba. Acerqué mi mano hacía el pizarrón y esta comenzó a temblar. Escuché algunas risas detrás de mí y por alguna razón me sentía mucho más nerviosa ¿pero qué mierda me pasaba?, yo no era así.

–¿Ocurre algo? –dijo él acercándose un poco a mí.

Mi cuerpo se tensó, mis manos comenzaron a sudar y mi corazón se volvió loco por el simple hecho de que él estaba tan cerca de mí. –No me sé la respuesta. –dije en susurro.

–¿Qué? –cuestionó con diversión.

–Qué no me sé la respuesta. –respondí de mala gana, ahora mirándolo.

Él me sonrió. –Bien tome asiento.

Caminé hacía mi lugar y me senté.

–Señorita Brooks necesito que se quede a la hora de salida. –ordenó mirándome.

Por alguna razón mi parte intima se contrajo y en mi estómago revolotearon las mariposas. Joder ¿por qué me encontraba tan nerviosa?

~~~

El timbre sonó anunciando la hora de salida y todos comenzaron a salir pero yo me quedé inmóvil en mi sitio, era cómo si me hubiera quedado pegada a la silla.

–Bien señorita Cristal. –habló él recargando sus manos del escritorio.

–¿Para qué quería que me quedara? –dije sin mirarlo.

–Estoy preocupado por usted, no me ha entregado sus tareas, además no me ha dado el trabajo final y...

–Sólo vaya al punto. –rodé los ojos.

–Si sigue con esa actitud reprobará. –Él se acercó a mi lugar. –Sabe, me temo que debo castigarla. –dijo en tono sereno pero al mismo tiempo había algo de seducción en su voz y eso mi cuerpo lo captó.

Mi parte más íntima se contrajo me arme de valor y me puse de pie. –¿Y cómo piensa castigarme, profesor? –susurré mientras mordía mi labio inferior, no podía creer que esto en realidad estaba pasando, estaba nerviosa hasta la medula pero no iba a dejar que eso él lo notara.

Mi profesor Favorito [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora