-el agua es mi amiga-sonriendo- Nunca nunca me haría daño.

Fin del flas back:

-Naruto-san –susurró la pelirroja acercándose demasiado- le pediré a Shigure que nos invoque a la aldea ahora mismo.

-¿Por qué ahora? –Intrigado- Por qué no antes.

-a más distancia y cantidad de personas, mayor es el gasto de chakra –mirando de reojo a la pelirosa- Es por eso que recién ahora se puede hacer.

-Por mí no hay cuidado –respondió Naruto calmadamente.

-Sin embargo tu no debes viajar con nosotras –mirada picara- tú tienes que vértelas con la portadora de "viento de bronce".

-¿En dónde?

-algunos kilómetros fuera de la aldea. Tendrán que arreglar sus asuntos antes de ingresar a Kirigakure.

-Sera lo mejor, -seriamente- no se cuanta destrucción pueden causar las dos espadas juntas.

En todo país del agua el viento frío complementaba la caída de la nieve dando un espectáculo invernal digno de un cuadro. Sakura visiblemente celosa, se acercó a Naruto y tomándolo por el otro brazo, intentó apartarlo de la Mizukage. El rubio sonrío complacido. Esta faceta "posesiva" de Sakura lo ponía más que contento. Sobre todo porque la Kunoichi aún no razonaba que Naruto moría por ella. ¿Traicionarla por otra mujer? Ni pensarlo, sería más fácil darle un puñetazo a Kami-sama. Naruto estuvo tentado de decirle a su novia lo que haría. Pero el zorro le comentó que la intervención de la pelirosa solo le causaría más problemas. Además de ponerla en peligro. El rubio estuvo de acuerdo muy a su pesar, amaba demasiado a su compañera. No podría luchar sin sentirse intranquilo por ella.

Cuando la Mizukage anuncio al grupo que Shigure los invocaría directo a la niebla, hubo gestos de aprobación. A nadie le hacía gracia un viaje de dos días en los salvajes bosques y las heladas praderas. Por lo tanto se reunieron en torno a Shigure. Pusieron sus manos en los hombros de la Kunoichi. Pero cuando la morocha completo los sellos. Naruto se soltó evitando ser trasportado. El brillo azulado fue lo que antecedió a la desaparición de todo el grupo. Naruto sonrío al encontrarse solo. No dudaba que recibiría un sonoro puñetazo de parte de Sakura por no avisarle lo que haría. Pero no podía evitar pensar que era exactamente eso, lo que lo hacía amarla. Esa rara combinación de fiera y muchacha sensible. Capaz de llorar por tonterías y de derribar una montaña de un solo puñetazo.

/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/**/*/*/*/

Naruto suspiró un momento. Un viento frío cruzaba el paisaje de árboles nevados. Se colocó una capa gris por sobre la clásica chaqueta naranja. También subió la capucha y con una bufanda protegió su cara contra el gélido clima. Cualquiera que lo enfrentara, solo podría ver sus ojos y algunos mechones rubios surcándole la frente.

Comenzó a correr, saltando entre los troncos de los árboles. Los parpados oscurecidos con bordes amarillos denotaban el poder del modo ermitaño. Se sentía cómodo, ya no le dificultaba adquirir el modo Sennin como los primeros días. Pero el Shinobi de la hoja no pensaba en esos detalles. No era el momento ni el lugar. A dos días de camino normal se encontraba el misterioso espadachín. Por fortuna Naruto, solo le tomaría medio día llegar a Kirigakure.

Quitándose las pesas de entrenamiento, usando el modo Sennin y sin nadie a quien llevar en su espalda. Naruto sería como el viento de rápido. Viento su mejor arma, y ahora también su peor enemigo. La Mizukage le había contado el secreto del portador de "viento de bronce". O mejor dicho "la portadora". Una mujer capaz de dominar el Futon como nadie. Una espada capaz de cortarlo todo a su paso. Muchos años han pasado para que "Rayo de luna" y "Viento de bronce" vuelvan a reunirse. Y sin embargo, ese no es el motivo real que llevara al rubio a batallar contra la guerrera del viento.

Mundos ParalelosWhere stories live. Discover now