🌈 U n o

660K 50.3K 153K
                                    

«Lo estamos haciendo bien.»

«¡Venga, feliz cumpleaños!»

«Otro día, otro día, solo otro día...»

«And if I show you my dark side...»

«Diecinueve. Diecinueve putos años.»

«Will you still hold me tonight? »

Todavía recuerdo mi último cumpleaños con Zachary y Pol, mis hermanos mayores, fue hace unos años. En Sídney. Acababan de anunciar que pronto estaríamos en temporada de tormentas. El pastel había sido preparado por mamá, fue de chocolate y con mucha crema pastelera. Ella se enojó ese día con Zach por haberme enterrado la cara en el pastel y más tarde por querer llevarme a un Club Nocturno siendo menor de edad.

Zachary destacaba entre los tres por ser tan rebelde, demasiado descarado, algo egoísta y muy narcisista. Tenía de todo. Era guapo, muy guapo, rubio claro, ojos azules y una habilidad de coquetear por naturaleza. Él era algo como... una A.

En mi armario, entre montones de ropa, todavía tengo guardado su primer teclado eléctrico. Sí, también destacaba en la música por saber tocar el piano, ¿y que lo hacía bien? Él tocaba excelente.

Un accidente automovilístico. Éramos él y yo, pero al despertar, solo uno lo hizo.

Aunque a veces siento que los dos morimos ese dos de julio de hace casi cuatro años. La única diferencia es que yo tuve mala suerte.

Las voces en la planta baja se escuchaban como se estuvieran a la lejanía, tal vez mi habitación hacía un buen trabajo alejando el ruido o quizá eran mis oídos que ya comenzaban a fallar.

Cogí mi mochila y guardé todas mis cosas dentro de ella para salir de la habitación. El peculiar olor a pan horneado llegó a mis fosas nasales. Me asomé a la cocina y me percaté de mi madre tratando de bajar.

En dos zancadas, me acerqué a ella y estiré mi brazo para ayudarle.

—Luke, me asustaste —confesó.

Ladeé mi cabeza y sonreí.

—¿Qué haces despierta tan temprano? —cuestioné, apoyando mi cuerpo contra el mesón—. Te fuiste a dormir a las dos de la mañana, deberías descansar más.

Ella negó varias veces y sacó del cajón dos cucharones.

—Dormiré después. Lo prometo —le restó importancia, haciendo un movimiento extraño con su mano—. Feliz cumpleaños, mi amor.

Una mezcla de sentimientos se creó en mi interior. A pesar de todo, siempre seguiría viéndome como su "niño", ese mismo mocoso de ocho años que le tiró la televisión recién comprada. Yo estaba seguro de que ella me daría siempre los sentimientos más puros.

Mamá se acercó, acortando la distancia entre los dos, sus brazos se envolvieron alrededor de mi torso y le quise pedir que no apretara, pero tuve que tragarme el dolor que su amor creaba sin querer. Para no hacerla sentir mal, me vi con la necesidad de devolverle el mismo gesto, mi barbilla se posicionó sobre su cabeza y mis ojos ardieron por la simple muestra de cariño.

—Te amo demasiado —declaró sobre mi pecho.

—Yo te amo más —le devolví, alejándola un poco.

—Pol te hablará más tarde, me dijo que te avisara para que pudieras contestarle mínimo una llamada porque nunca lo haces —comentó—. Dijo que quizá la próxima vez te enviará señales de humo a ver si de esa forma logra captar tu atención.

—Posiblemente —bromeé.

—Te hice un pay de queso, tal vez puedas comer un pedazo antes de irte al instituto, recuerda hoy almorzaremos juntos.

ETERNO #4 [OFICIAL] Próximamente en físico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora