Capítulo 10.

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Jian Yi estaba en cunclillas en el suelo apoyado en la pared, sonrojado, sudando, excitado y confuso.

El pelirrojo instintivamente se agachó a la misma altura que el rubio para protegerlo.

- HE TIAN SACA A ZHAN DE AQUÍ!- Le Mo gritó ordenando.

He Tian nunca se había visto en una situación así por lo tanto no sabía que hacer nada más que mirar a Zhan Zheng Xi.

El pelinegro y el rubio cruzaron miradas, se conocían y de hace mucho, pero decidieron ignorarse y fingir que eran completos desconocidos.

El pelinegro cerró fuertemente la boca del castaño al ver que le estaban creciendo los colmillos para marcar al rubio.

Hasta que apareció Hieu de repente.

El chico vietnamita se asustó al principio a ver los dos alfas, pero rápidamente reaccionó y agarró de la muñeca a el rubio.

- Sígueme Mo.- Dijo Hieu.

A He Tian le dieron celos al ver como Mo obedeció rápidamente al otro chico que supuso que era Hieu, el le había mencionado Qiu, pero al ver que el no podía hacer nada dejó que se fueran los dos omegas con él.

El pelirrojo y el vietnamita fueron por subterráneos del barrio más pobre de China para evitar sitios dónde se reunían alfas.

- ¿A dónde vamos?- Preguntó el pelirrojo.

- A mi puta casa.- Contestó el vietnamita.- Enseguida llegamos.

Siguieron cargando a Jian Yi por unos subterráneos a la máxima velocidad que podían hasta que llegaron a un subterráneo que en la pared izquierda había una cochambrosa puerta.

El pelirrojo y el vietnamita dejaron con cuidado al rubio en el suelo para que el dueño de la puerta sacara las llaves de su casa y abriera la puerta.

- Está es mi casa, coge a Jian Yi con cuidado y mételo.- Dijo Hieu mientras entraba a la casa.

Y eso hizo el pelirrojo, cogió a el rubio y entró a la casa.

La casa estaba en un subterráneo, por lo tanto las ventanas estaban lo más alto posible de la pared, pegadas al techo y eran pequeñas. La casa olía a húmedo, más que la de She Li, y las paredes prácticamente se caían pero era más grande que la que tenía de okupas con los otros.

- Déjalo aquí.- Habló el vietnamita entrando a un cuarto.

En el cuarto solo tenía una cama con un colchón y al lado una mesita con una lámpara rota.

El pelirrojo dejó a el rubio, casi inconsciente por culpa del celo, en el colchón que había.

- Toma dale ésto.- Sacó Hieu de la mesita todo tipo de hinibridores y supresores.- No están caducados así que dales todos lo que necesite hasta que se le calme el celo.

- ¿Por qué tienes esto?- Preguntó Mo mientras los cogía.- Eres un beta.

- No te importa.- Contestó el vietnamita.- Voy a llamar a She Li para que se calme.

- ¿Por qué haces esto?- Volvió a preguntar el pelirrojo, pero no obtuvo respuesta, el vietnamita salió del cuarto dando un portazo y sin contestar.

Mo empezó a inyectarle los hinibridores y a darle los supresores a Jian Yi hasta que por fin hicieron efecto.

- ¡Yi! ¿Que tal te encuentras?- Dijo el pelirrojo cuando el rubio empezó ha estar consciente.

Ojos de miel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora