Ojos de miel.

Capítulo final 26

En una habitación del hotel Hongqiao se encontraba He Tian medio dormido, en pijama, hecho un desastre, y sobretodo drogado.

Últimamente He Tian se había aficionado a tomarse, más de lo que le había recomendado el psiquiatra, demasiadas pastillas para dormir, por no hablar ya de que su adicción al opio iba en aumento.

Mientras tanto Qiu observaba el panorama con una mueca de asco y desesperación.

- He Tian.- Le llamó Qiu.- Despiértate.- Le sacudió pero ni siquiera obtuvo respuesta.- Joder, hoy tienes que anunciar tu matrimonio públicamente. Haz un puto esfuerzo.

- Ni siquiera la conozco.- Balbuceó He Tian sin ni abrir los ojos.- Yo sólo estoy casado con Shan.

Qiu observó su mano viendo el anillo que llevaba puesto desde hace dieciséis años.

- He Tian, por dios.- Dijo desesperado el albino.- Tienes ya treinta y seis años, madura y superalo.

El pelinegro ni siquiera contestó, si no que se durmió otra vez.

En ese mismo instante entró el hermanastro menor del pelinegro un poco apurado indicando que el albino saliera de la habitación.

- ¿Que pasa?- Preguntó con cierta molestia Qiu.

- Tú hija a traído a su novio y resulta que era un alfa también y a dado la casualidad que era la pareja destinada de la hija de Zhan Zheng Xi y Jian Yi.- Contestó Zhao.- Así que la ha marcado.

- Mierda, no sabe hacer nada bien.- Dijo el albino todavía más molesto refiriéndose a su hija.- Es la primera vez que veo una pareja destinada.

- Yo también, es muy raro verlo.- Le dijo el castaño.- Creo que deberías ir.

- Encárgate tú de He Tian.- Le ordenó Qiu.- Haz que espabile un poco, que se duche, cambie, y peine.- Indicó.- El traje que se tiene que poner lo tienes doblado encima de la cómoda.

Con esto Qiu se fue para ver lo que había hecho He Xue dejando a Zhao y a He Tian sólos.

- Venga He Tian, intenta hacer un esfuerzo ¿Si?- Intentó animar Zhao a He Tian.

Consiguió que se levantara y gracias a eso pudo oler el fuerte olor que soltaba el pelinegro a sudor dejando ver que llevaba mínimo una semana sin ducharse, y todo por culpa de la gran depresión que le causó su hermano pelirrojo.

Zhao llenó la bañera de agua caliente para meter ahí a He Tian que nada más meterse se durmió en ella.

Habían pasado unos minutos y el pelinegro volvió a despertar mientras el castaño le limpiaba con champú el pelo.

- ¿Que tal está el pequeño Mo?- Le preguntó el pelinegro medio dormido y no muy consciente de lo que preguntaba.

- Como siempre.- Contestó escueto el castaño.

- Me pregunto que hará Xiang.- Balbuceó He Tian.

- Seguro que está muy bien con el tutor legal que le elegiste.- Zhao intentó parecer optimista .- Además le pasas mucho dinero de pensión.

- Ni si quiera te importa y es tu propio sobrino.- Le recriminó el pelinegro.

Zhao decidió no contestar sabiendo que He Tian no estaba en un estado bueno para ser consciente de sus palabras así que procedió a en enjuagarle el pelo.

- Tienes el pelo muy largo.- Cambió de tema el castaño.- Te lo voy a tener que cortar un poco.

- Ni se te ocurra.- Amenazó He Tian.