Sin embargo, no desea ver cómo Jisung termina besándose y siendo tocado por Minho en medio del baile, con alcohol encima y su cuerpo casi siendo contaminado por el aroma de otro, de sólo pensarlo quiere devolver lo poco que ha podido comer en todo el día.

—Tenía planes... —Changbin susurra, digiriendo su mirada a otra parte del lugar, suspirando. 

—¿Me dejarán ir solo? —No, Chris desea responderle, ni siquiera quiero que vayas ahí y te encuentres con él.

Lee Minho, el amor platónico de Jisung desde hacía tanto tiempo; ¡No era más que un picaflor! De omega en omega, besándose con betas y alfas. Christopher lo odiaba tanto. Pero por supuesto, ¿Quién era él para gritarlo al mundo cuando Minho era prácticamente el prototipo de alfa? Incluso él sabía lo que era.

Pero eso no evitaba que lo odiará desde hacía mucho.

No dejaba de recordar el momento exacto cuando Jisung llegó corriendo un día hacía ellos y dijo que un alfa le pidió su número de la forma más inesperada y linda posible; envuelto en un sonrojo inusual y un aroma dulzón.

Chris quiso vomitar.

El mundo es así, Changbin le confesó un día cualquiera, cuando el celo repentino de Jisung llegó y tuvo que retirarse de clases de emergencia, sí dejas que el mundo te arrebaté las cosas, simplemente sucede.

Chris estaba seguro de que Changbin lo sabía. (Sabía de él, de sus emociones contradictorias, de lo mucho que pensaba y no dormía; siempre fue así).

Sin embargo, también existían momentos donde parecía que estaba perdido.

Desde que el alfa tuvo un accidente en el campo de fútbol y su tobillo se lesionó; las cosas habían cambiado un poco.

Changbin era saludable. No comía cosas grasosas en exceso, no bebía más de lo suficiente y con lapsos largos de distancia entre ellos, no fumaba, no se arriesgaba. Hasta que el equipo visitante le hizo una mala jugada y él quedó tirado en el suelo, con el tobillo roto y su alma destrozada; una parte de él quedándose enredada entre el césped.

Habían podido componer su hueso; es funcional; había dicho el doctor, pero no será jamás como antes.

Changbin no fue reparado por dentro, y Chris no sabía qué hacer para ayudarlo, porque no se lo permitía, aún cuando lo intentó durante muchos días, sintiendo su propio corazón desmoronarse cuando unos ojos hinchados y mejillas delgadas lo recibían en un habitación de hospital.

Fue poco a poco, que las cosas para Seo Changbin cambiaron.

Comenzó a fumar los fines de semana, en aquella plaza que parecía abandonada, viendo el paisaje y escuchando música alta en sus audífonos.

Christopher a veces iba con él y se sentaba, odiando el aroma de cigarro, siempre negándose a aceptar una calada pero sí tomando uno de los audífonos de su mejor amigo, hundiéndose entre aquellas canciones tristes, melancólicas y dolorosas.

Otras veces, veía a Changbin fumando con otro chico, a la distancia, nunca se acercaba porque pensó que quizá su mejor amigo estaba coqueteando con algún chico, algún bonito omega o beta, incluso alfa. ¿Y quién era él para negarle el placer de una compañía qué podría hacerle bien?

Pero Changbin jamás mencionó nada de aquellos encuentros, aún cuando una vez descubrió a Chris yéndose del lugar y al comienzo de la siguiente semana le confesó haberlo visto de sorpresa.

Changbin era un poco silencioso desde aquel accidente, reía y hacía bromas y la dinámica era ligera. Sin embargo, había ganado un par de kilos cuando eso era lo último que acostumbraba a hacer por sus dietas estrictas, había dejado de peinar su cabello esponjado y por sobretodo, su ropa se torno más tosca y su personalidad más hostil.

[PROCESO DE CORRECCIÓN] Hey baby, I'll make you my lover [Chanlix]Where stories live. Discover now