── Puede entrar ── Charlotte habló, aún acostada.

── Pensé en venir y preguntar si quieres cenar ── Derek habló, aún manteniendo los ojos cerrados para disfrutar de su encanto ── Podrías morir si no lo haces.

Una sonrisa se extendió por el rostro de ella ── Soldado, suena muy dramático.

La cama se hundió bajo el peso del hombre así que Charlotte dio por finalizado su descanso. Su boca se abrió, impresionada por lo que observó.

Por primera vez, Derek se deshizo de su traje, nada de gabardinas o guantes cubriendo cada parte de su cuerpo. Él tenía puesto una camisa de tirantes grises, dejando a la vista sus dos brazos o mejor dicho, lo faltante de ellos.

Sus brazos eran prótesis metálicas en vez de articulaciones de carne. Comenzaba desde sus hombros, resplandeciendo por la luz que se filtraba la ventana, fascinada, ella terminó de cerrar la distancia que antes los separaba. Dudó unos segundos en tocarlo hasta hacerlo, sus curiosos dedos subiendo y bajando sin pena.

Fue extraño ver esas prótesis en un humano, recuerda haberlas visto en KORB bajo el mando de Wilson. Nunca llegaron a funcionar y eso creo que las desecharan junto a miles de dólares desperdiciados pero ahora ahí están, en el soldado Roth perfectamente.

── ¿Cómo sucedió? ── preguntó.

Derek lamió sus labios antes de contestar ── Tuve una experiencia similar a la tuya en KORB, fui un experimento fallido.

── ¿Qué trataban de darte?

── Fuego pero termine acabando conmigo. Perdí mis dos brazos al no poder controlarlo ── explicó.

Ella detuvo su exploración en la cima de sus hombros.

── Pero eres un mejorado ── replicó, frunciendo el ceño ── ¿Qué poderes tomaste?

── Nada útil ── negó ── Fuerza, rapidez, agilidad, algo que usualmente viene con habilidades importantes.

── Claro que no ── expuso ── Yo no tengo fuerza ni rapidez, soy lenta y sosa. A veces no diferencio el norte del sur.

Derek rio con su comentario haciendo que las arrugas alrededor de sus ojos se pronunciaran.

── En realidad, es muy sencillo.

── No para Charlotte ── dijo, señalándose a sí misma.

Él rascó su barbilla, manteniendo la diversión en su rostro.

── ¿De dónde eres? ── cuestionó ── Tienes un acento muy... peculiar.

Ella creó una media sonrisa ── Soy de Alemania. Müller especificamente.

── ¿Desde cuándo estas en el país?

Charlotte bajó la mirada en sus manos, boqueando por unos segundos.

── No lo sé. No tengo mucha conciencia sobre lo que paso después de mi captura ── murmuró, sintiendo como su pecho se apretó ── Solo sé que estoy sola, mi familia murió y tenía a Mara, mi hermana menor pero no la he visto durante mucho tiempo aunque no me sorprendería saber si está muerta.

── Lo lamento ── él dijo.

Tomó la pequeña mano de Charlotte, apretándola para reconfortarla.

── Está bien. Supongo que era nuestro destino.

Derek frunció el ceño en desacuerdo. Antes de poder hablar, la puerta fue tocada y abierta al mismo tiempo por Louise.

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