Jin y tú no habíais tenido sexo desde hace un mes, ya que él llegaba cansado del trabajo y quería dormir. Estas últimas semanas fueron muy agobiantes para él y lo entendías, pero ayer por la noche prefería estar jugando a Mario Bros que estar contigo. Decidiste vengarte cuando os visteis con los demás chicos, así que, en mitad de una conversación que estaban teniendo, te sentaste en sus piernas y te moviste un poco, los demás chicos solo creían que te estabas acomodando, pero Jin ya sabía porque era.
-Yeri... cuando lleguemos a casa. Susurra en tu oído, pero tú le ignoras y sigues. Cuando notas que su miembro está un poco duro paras y te quedas encima de él para que nadie lo notase.
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-Ahora sigue. Susurra con voz de niño pequeño.
-No, nos pueden oír cariño. Sonríes de manera victoriosa al ver su cara de molestia.
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-Chicos, he recordado que mi chica y yo necesitamos ir a casa a terminar unas cosas que tenemos pendientes, así que mañana nos veremos. Sale contigo de allí y te mira con seriedad. No te vas a poder mover mucho mañana, así que dudo mucho que puedas venir conmigo cariño. Al escuchar aquellas palabras en tu oído te estremeces, ahora el que sonreía de manera victoriosa era él.
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