Kate se dirigió a la cocina mientras Josh entró al único dormitorio.

── Solo tengo pan y mortadela. Puedo hacer sándwich si quieres ── comentó, mordisqueando su mejilla ── Lo siento, se supone que pasaríamos por la tienda.

── Sigue abierto ── Josh replicó, saliendo con un gato entre sus brazos ── Te presento a Mimi, está tranquilo porque me dejo alzarlo.

Kate rio, acariciando al animal ── Es cierto o lo mordería, Mimi odia a Josh por alguna extraña razón.

── Probablemente porque su dueña la hizo así ── expuso el chico ── Haré sándwich, tengo demasiada hambre.

Las dos mujeres lo persiguieron hasta la cocina, Charlotte tomó un asiento mientras él empezó a preparar la comida.

── ¿Por qué no se han casado? ── interrogó.

── El dinero, como siempre ── respondió Kate, rodando los ojos ── El departamento necesita reparaciones y... es demasiado.

── Pero pronto lo haremos ── intervino Josh, dando un plato con sándwich ── Estoy a punto de conseguir un buen trabajo y el primer pago irá para los anillos. Mi mujer necesita que vean que está tomada ── sonrió orgulloso.

── Ya tengo la idea de cómo los quiere ── apoyó la mujer, dando una sonrisa ── Así no nos mataremos en busca de diseños. Le hago la vida más fácil y sencilla.

── Eso veo ── Charlotte asintió, mordisqueando el sándwich dudosa ── Parece que se conocen de toda la vida.

── Tuvimos dificultades pero...──Josh se acercó a Kate, acariciando su hombro ── Se arregla cuando decidimos hablar con sinceridad y cuándo acepto que soy el culpable.

── Sí, lo que más adoro ── asintió, agitando sus cejas ── ¿Y qué tal tu vida, Charlotte? ¿Tienes empleo, casa propia?

Ella dejó de lado el sándwich, limpiando las migajas de su camisa mientras pensó en lo que diría aunque todo era más sencillo si solo manipula un poco.

── ¿Por qué no van de compras? ── cuestionó tensa ── Necesitan llenar su refrigerador con alimentos.

Ambos parpadearon y asintieron al mismo tiempo con su orden silenciosa. Kate tomó su bolso de la mesa mientras Josh limpió su boca con una simple servilleta.

── Iremos a la tienda, busca que tomar o el pan quedará pegado a tu estómago ── indicó Kate con voz neutra.

── Sí, es mejor ir antes que anochezca ── él asintió.

Charlotte asintió, llenando una taza con el café preparado.

── Prometo que no tardaremos ── ella sonrió ── Quédate aquí, Charlotte, no te vayas.

La pareja salió, cerrando la puerta detrás de ellos. La chica se acercó a la ventana, observándolos. Aparecieron en la puerta, riéndose de la broma de Josh, ella enroscó sus dedos en la taza humeante, transmitiendo el calor a su cuerpo.

── ¡Adiós! ── Kate gritó, agitando su mano.

Se alejó del vidrio, ahora sola puede averiguar más sobre Josh y Kate. Abrió la puerta de madera revelando el dormitorio, la cama blanca se encontraba perfectamente arreglada con una mesa a su lado. Los rostros sonrientes de sus nuevos cuidadores estaban enmarcados en una foto.

Abrió el ropero, necesitando otro cambio de ropa con urgencia. A pesar de las buenas intenciones de Marisse, debe confesar que las sandalias o los diminutos short de mezclilla no eran lo suyo.

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