MORFEO Y TUS OJOS AZULES

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Mi cama alberga tu recuerdo,

Y aunque eres mi secreto,

por ti vale la pena abandonar la cordura,

y vivir en aquella nube azul,

donde nadie llega a tocar, lo que suele ser irreal,

Espero pronto volverte a rencontrar,

para poner el punto consecutivo a ese cuento sin final.

Te cuento que quiero besar a alguien,

Que nunca volveré a ver.

Entre la cabecera y Morfeo,

Entre el abrazo a la noche fría y aquellos murmuros,

Entre mis sabanas y el vacío en el pecho,

Justo donde quedamos de vernos,

Donde te estaba esperando,

Y donde me estabas esperando,

Justo ahí apareciste,

Con la vista nublada,

Algo pálido para ser real,

Cierto que no pudiese regresar,

Pero es leal, al tan solo recordar,

La luna plata, no es culpable,

Pero es testigo, de aquel desvarío,

No quisiese despertar, de aquel beso cálido,

Ese con el cual te despediste,

Al ver la luz del sol ascender,

Para dejar atrás que algún día llegue a querer.

Y deje el todo por un nada,

Donde di una luna por una marea,

Y las olas terminaron,

llevándome a las rodillas de lo insólito,

de una playa bastante conocida,

llamada con registro,

de ese que se perdió detrás de la cortina gris,

dejándome como niña pequeña,

con los ojos húmedos y con la ilusión,

de entre un parpadeo que aparecer tu figura domínate,

El malecón era tu corazón,

Las palmeras tus brazos,

Y tu pecho la arena que me resguarda de las olas,

Para de un beso de las 3,

el beso que te pedí,

nunca tenerte en mí lluvias,

Y así nos despidió la luz,

Encontrarnos como dos bandidos,

enredados entre sabanas besos y sueños,

Asaltando lo irreal,

Justo como me gusta delirar,

Conduciendo aquel destino, hacia una posibilidad,

Esa que tanto me gustaría encontrar,

Justo para no regresar a lo real,

Tu eres un sueño mío,

Eres perfecto,

Y no me gustaría exhibir de más,

Por lo tanto, aunque no pudiese vivir a tu lado,

Me encantaría ser esa persona falta de cordura,

Para que al final siempre fueras mi sueño,

Y que más si al final siempre se dice,

Que todos somos el sueño de alguien más,

Yo soy,

el de alguien bastante encadenado a los años de saxofón,

el vino blanco y Europa,

alguien encerrado en la adicción de la creación en su dolor,

y si yo soy el de ese lunático, dime porque no ser

la nube azul donde,

Tú el mío y yo el tuyo,

Que me encierren en cuatro paredes,

Para así no perder lo, aunque borroso,

Es más cuerdo que la realidad.  

VAINILLA, SUSURROS, RISAS, Y EL LLANTO DE UNA BAILARINA SOLA EN EL COSMOS.Where stories live. Discover now