🌙

28 4 3
                                    

En una noche lluviosa como la de hoy, mi mente divaga entre mis deseos, metas y dudas que nunca me atreveré a demostrar en público. Pero desde hace ya un largo tiempo, uno de ellos invade y vive en mi mente: el amor. Aquella palabra tan prohibida como satisfactoria que se esparce por boca de muchos, apesar de que pocos entienden su verdadera gracia.

En este momento yo tampoco la entiendo completamente, pero de lo que conozco de ella, la única y mejor palabra que lo describe es injusto; ¿Por qué luego de que mis sentimientos se encienden mi conciencia debe intervenir para llenarme de interrogantes y hacerme dudar por todo? Si no querías que esto pasara, subconsciente, tendrías que haber estado conmigo, cuidándome de estas estúpidas emociones. Ahora ya es muy tarde, no puedo ignorar lo que siento ya que se vuelve más fuerte con cada segundo en el cual no te pienso; mi cuerpo, mi conciencia (aunque todavía no lo acepte) y mi corazón te extrañan más de lo normal, y eso está mal.

No debo pensarte, no debo extrañarte, no debo quererte. Eso me hace débil, y yo no soy así. No estaba en mis planes mirar tu rostro y pensar en lo perfectas que son todas tus "imperfeciones", ser tan necesitada de tus muestras de amor constantes, matar con la mirada o con algunas palabras a la gente que se acerca a ti de la misma manera que lo hago yo, o simplemente el hecho de querer mimarte todo el tiempo sea donde sea. No puedo depender de alguien como vos; de alguien que jamás me verá de la misma manera.

Mimas a todos, ayudas a todos, brindas el mismo cariño amistoso tanto a mí como a los otros. ¿Cómo debo sentirme? ¿Tranquila, decepcionada, indignada, enojada, triste? ¿Cómo reacciono a aquello que ya sabía, pero que aceptarlo cuesta más que detener mis sentimientos hacia tí?

Pero eso no lo es todo, ya que si fuera un no rotundo o una negativa firme y determinada, dolería solamente unos momentos en los cuales debería aceptar que no existe ninguna posibilidad en esta realidad de lograr algo contigo. Y prefiriría totalmente esta opción; ya que depender del estado de ánimo de una persona para que te responda de determinada manera es frustante, ¿Por qué debes tratarme especial durante la noche, pero durante la mañana soy una más del montón? ¿Por qué lo haces? ¿Necesitas que te enseñe a enamorarte de mí para que dejes de jugar conmigo?

No lo soporto, no quiero depender ni de tí ni de nadie, pero aún así sigo abrazándote, mimándote, y brindándote cada vez más amor que a cualquier otra persona normal, ¿Por qué lo hago? Simple; porque todavía no pierdo las esperanzas de que, en algún momento, me mires de la misma forma. Prefiero intentarlo, quiero lograr aunque fuera un atisbo de duda de tus sentimientos hacia mí.

Pero en estos instantes de paz tanto interior como exterior, de purificación de sentimientos y pensamientos, me pregunto; ¿Vale la pena seguir intentando?
Es verdad que yo tampoco soy tan directa o determinada como para demostrarte sin dudas cuánto te aprecio. ¿Pero no brillan mis ojos cada vez que te veo? ¿No sientes lo pegajosa que soy cuando estoy a tu lado? ¿No miras el fuego en mis ojos cada que alguien imita mis acciones? ¿Soy tan disimulada como para que no te des cuenta de mis sentimiento, cuando ya todo el mundo se enteró?

Y de aquella gran interrogante, se suman muchísimas otras, dándome menos esperanzas y más dudas; ¿Algún día tendremos algo para compartir? ¿En algún momento podré llamar lo que siento "nuestro amor"? Y si no sientes lo mismo, ¿Por qué no te alejas de mí?, pero si lo sientes, ¿Por qué no te acercas y vivimos felices mientras dure? Ya que no deseo que sea eterno, sino genuino. Entonces, ¿Por qué es tan complicado lograr algo como eso?

Y así es como me doy cuenta de que no vamos a avanzar, porque simplemente nunca existió algo aunque fuese mínimo como para llamarlo "nuestro".

NuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora