Capitulo 1

69.5K 1.9K 117
                                    

Mientras soñaba en su propia clínica e imaginaba su propia consultorio donde atendería muchas personas con problemas de salud, le hacia el avioncito con una cuchara llena de puré de frutas a su pequeña bebe Susy de apenas seis meses, Megan por esos últimos meses ha intentado ser una madre y se siente orgullosa que todo eso haya funcionado.

Observa su reloj cada minuto esperando que por nada en el mundo se tarde.

-Eso mi bebe – imita la voz de la pequeña de una manera dulce – solo te falta un poco y luego iré a cambiarte.

-Esa cama que me prestaste esta súper cómoda – su hermana Retana se acerca a la cocina para darle un beso en la frente a su sobrina – hola mi Susy hermosa.

-¿No deberías ir donde mamá? – pregunta mientras le limpia la boca a su bebe.

-Sí, iré después que te vayas – dice sentándose cerca de la encimera - ¿no tienes una cirugía ahora?

-Sí, pero es a las ocho de la mañana – respondo con tranquilidad cuando se levanta para dejar el plato en el lava manos – aún tengo un tengo tiempo.

-Pues mi celular dice otra cosa – se levanta para dárselo y vea la pantalla donde se ve que son las siete y media.

-¡Carajo! – va corriendo a la habitación, Retana levanta a la bebe y se la lleva al cuarto de su madre – el señor Grifad me matara.

Agarra sus cosas como la bata, entre su cartera para luego colocarse sus tacones con rapidez, no son tan altos pero esta acostumbrada a ellos.

-¿Puedes llevarte a Susy contigo? – Pregunta Megan observando su reloj quien es el culpable de su retraso ya que está atrasada la hora - por favor.

-Claro, se la llevare a mamá – dice viendo a su sobrina – sabes que le gusta estar con su abuela.

-Si eso se nota a leguas – agarra las llaves y camina sin antes darle un beso a su bebe – adiós Susy.

-No te preocupes por ella, las cosas están en su cuarto, las llevare conmigo – dice Retana con una sonrisa.

-Gracias – sale del cuarto de inmediato, cierra la puerta de la entrada para ir a la cochera y meterse a su auto.

Al quererlo encender se lleva la sorpresa no le arranca, le intenta varias veces pero es imposible.

-¡Carajo! – exclama golpeando el volante, sale del auto para irse a la calle y pedir un taxi, al fin de dos minutos aparece uno, entra en él y le indica al chofer el lugar donde quiere ir.

En el camino repasa los pasos que debe hacerle a su paciente quien tiene problemas en su médula espinal y debe ser operado, de repente recibe una llamada de su amiga Glenda quien es la enferma del hospital donde trabaja.

-Hola, voy en camino – responde en seguida porque sabe que la regañara.

-¿Por qué vienes tarde? – Pregunta con nervios su amiga – el doctor Scott nos regañara.

-Ese no vale la pena – dice en seguida mientras arregla su cabello que lo tiene en una coleta – el que me preocupa es el Grifad me va a matar.

-Sabes que no lo hare – ella comienza a reírse – él te ama y tú no le das una oportunidad.

-Cállate – respondo en un susurro – si Alan te escucha se morirá de celos.

-Claro que no está aquí – de repente en el celular se escucha que un señor llama a su amiga – bueno te dejo, ya me regañaron.

-Bueno, ya llegare – corta la llamada para fijarse que está en medio de un tráfico – señor puede apurarse, no sé, dar con otra salida, tengo una operación en menos de diez minutos.

Doctora EnamoradaWhere stories live. Discover now