Flashback:
Una adolescente ____ de tan solo 13 años caminaba de prisa entre la oscuridad de la noche mientras se dirigía hacia su casa después de haber salido de aquel trabajo que aduras penas había podido conseguir.
Ese día en especial se encontraba feliz ya que, era el día en que por primera vez había recibido su primer pago y con el cual pensaba comprar una rica comida para su familia.
A mitad de camino hacia su casa se detenía asombrada al divisar entre la obscuridad de la noche una pequeña feria ambulante que, como si fuera obra del destino, esta se había puesto justo ese día en su camino.
Con una sonrisa y olvidándose por unos momentos de sus problemas se adentraba para disfrutar de las maravillas que a simple vista está mostraba.
Caminando durante algunos minutos de puesto en puesto llegaba hasta uno donde un señor de estatura mediana, con bigotes y con cuerpo corpulento le sonreía para llamar su atención.
----Pase, pase jovencita, solo por $20 usted tendrá la oportunidad de ganarse cualquiera de estos hermosos regalos ----señalaba aquellos peluches enormes que colgaban como premios.
Maravillada y recordando su niñez ___ no lo pensaba dos veces y de su bolsillo sacaba $20 para entregárselo al señor.
---Muy bien –-- tomaba el rifle y ___ retrocedía ----no, no te asustes hija, no te hare daño.
---Pero es una pistola
----No pequeña, esto es un rifle y no es de verdad, solo lo usamos para derribar a esos patitos ---señalaba hacia aquellos objetivos----si quieres ganar algunos de estos maravillosos premios deberás derribar a todos esos patitos-----le entregaba el rifle que ____ no muy convencida tomaba.
___ empezaba a disparar, pero herraba en su primer intento ya que jamás en su vida había sostenido un arma entre sus manos.
---Vamos tu puedes, no te desanimes ----decía aquel hombre a su lado.
___ intentaba en su segundo disparo y volvía a fallar, pero seguía ante el ánimo que le daba aquel señor sonriente.
Después de terminar con todos sus disparos en el cual solo había acertado a un patito entregaba el arma.
---Vamos pequeña no te desanimes -----decía aquel señor bonachón mientras negaba con su ya conocida sonrisa.
---Falle todas.
----No a todas, le diste a uno y eso es bueno ---empezaba a cargar el arma.
---Entonces... ¿tengo premio? ----aquel señor al escuchar eso soltaba tremenda carcajada mientras la miraba, esperaba unos segundos y luego volvía hablar.
