[13] El día del festival

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—Espera, Jane... ¿Acabas de decir que viajare sola en el carruaje? ¿No iras conmigo? —Por estar distraída, pase por alto un detalle importante.

—Oh, sobre ello... Debo hacer unas diligencias en el otro extremo de la ciudad, por ende, no podré acompañarla, princesa.

—Que lastima...

—Es por lo que debe prestarme mucha atención, no estaré a tu lado para corregirte y debes dar una buena impresión. —A través del espejo podía ver como estaba haciendo un peinado semi recogido, sé lo complejo que puede ser peinar mi cabello, sobre todo por la cantidad de rizos, pero Jane jamás se ha quejado, sino que, al contrario, pasaba sus manos con mucha delicadeza.

—¿Qué debo de saber?

—Primero, dentro del carruaje evita mirar por las ventanas, puede ser peligroso. Segundo, cuando lleguen al centro del festival, no puedes bajar del carruaje hasta que Oliver habrá tu puerta, primero deben hacerlo sus majestades y los príncipes. Tercero, debes obedecer a Oliver, el estará cuidándote, no solo como caballero, si llegases a necesitar algo, acude a él primero. Cuarto... —Alce mi mano y ella se detuvo. —¿Le ha surgido alguna duda?

—Sobre ello... ¿no debería anotarlas? —Ella comenzó a reír.

—Mon Dieu, Amelie. —Una gran sonrisa decoraba su rostro. —No es necesario que las anotes, solo... no debes hacer algo que yo no te permitiría hacer, ¿está bien? Si llegases a necesitar ayuda acude de inmediato a Oliver, él sabrá que hacer, habrá personas que trabajan en los diarios haciéndote preguntas de todo tipo, ignoralas y sonríe ante ellos, eres demasiado pequeña como para pensar en esas personas... y debes divertirte, disfruta de los bailes, la música y los dulces, la vida aquí es diferente a nuestro hogar.

—No deja de ser mucho a lo que debo estar atenta, pero lo lograré. —Le mostré una sonrisa a través de mi reflejo, ella la devolvió mientras seguía cepillando mi cabello; siendo sincera, no sabía que esperar de aquel festival, más al saber que existen periodistas que estarán atentos a todos mis movimientos.

En mi anterior vida, ser famoso era tener una vida de ensueño, era poseer todo lo que algunos solo podían obtener en sueños, en palabras sencillas, eran estilos de vida envidiables... pero perdían algo mucho más valioso que las joyas, eso era su privacidad, me preocupaba que en un par de horas yo estaría en ese lugar, frente a todos.

—Amelie.

—¿Si, Jane?

—¿Qué te parece? —Mi cabello ya estaba listo, había tomado dos mechones de los lados para luego unirlos en la parte de atrás con una trenza, dejando la mayor parte suelta, esto gracias a lo ondulado que era mi cabello, a decir verdad, era un peinado sencillo, pero elegante, o eso fue lo que pensé antes de ver una caja con horquillas doradas. —¿Amelie, habías escuchado antes de la Lavandula? —Tomó un broche dorado con forma de lavanda, claro que la conocía, pero no por el nombre que ella había mencionado, aquellas flores suelen estar rodeadas de abejas y en mi vida anterior, el zumbido me paralizaba... no es que les tuviera miedo como tal, podía observarlas en videos, pero a la hora de escuchar el zumbido de cualquier insecto, no podía moverme, así que pasaba corriendo cada que las veía en la ciudad.

—Son la flor nacional de este Reino, ¿no es así? —Ella sonrió.

—Hoy harás un homenaje a esta bella flor, no solo en tu peinado, sino que también en tu vestido.

—Es un lindo detalle... sobre todo porque mi padre no me envió aquí de vacaciones, con los años seré la princesa de ambos reinos, ¿no? —Ella negó con la cabeza suavemente.

Segunda Vida Para Amelie [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora