Insomnio

Tenía un par de meses compartiendo dormitorio con Satoshi y sus Pokémon, de hecho,escuchaba los suaves ronquidos de Hibanny y de Pikachu, además de la respiración ruidosa de Satoshi. Aprovechó estar en la cama de arriba para asomarse a ver a su amigo absolutamente dormido, con la boca abierta y un hilo de saliva escurriéndole por un costado. ¿Cómo rayos podía dormir así? Volvió a intentar recostándose junto a Hibanny. Pero al cabo de unos minutos se llevó las manos al rostro, claramente fastidiado con la situación.

Hacía algo de calor, puesto que estaban a mitad del verano. Sin embargo, Gou era plenamente consiente de que la razón por la que no podía conciliar el sueño había sido el encuentro de aquella tarde.

Había una presentación en Ciudad Celeste a la que el profesor Sakuragi los había enviado. Notó extraño a Satoshi apenas se mencionó que el lugar era el gimnasio local. No quiso adivinar mucho porque no le gustaba entrometerse en los asuntos de su amigo pero lo había notado realmente incómodo con esa situación.

Para cuándo llegaron al lugar, Pikachu saltó del hombro de Satoshi y corrió hacia el interior del gimnasio. Hasta donde conocía al pokémon, él sólo hacía eso para que lo siguieran, así que eso hicieron.

Se estrelló con Satoshi cuando éste se detuvo en su carrera y entonces notó a la líder del gimnasio frente a ellos. Era fácil reconocerla, sabía que era pelirroja y que ese lugar se especializaba en los pokémon tipo agua, lo cual se notaba ya que traía un traje de baño puesto. Y ella al verlos frunció el entrecejo y dejó a un lado el equipo de buceo que traía en las manos.

—¡Así que finalmente decidiste aparecer Satoshi! —gritó ella mientras se acercaba a ellos con pasos firmes. Debía admitir que le daba algo de miedo aquella escena, pero prefirió no intervenir porque eso era claramente un asunto entre Satoshi y la líder del gimnasio.

—¡K-Kasumi! Te juro que no fue mi intención cortar la llamada —se excusaba Satoshi poniendo las manos al frente en un intento de plegaria para que ella no continuara su camino.

—¡Tienes dos meses en Ciudad Carmín y ni una llamada!

La conversación se estaba poniendo incómoda y Gou prefirió retirarse de a poco, lo más discretamente posible. Quería ayudar a su amigo pero no estaba seguro en cómo hacerlo, si no hubiese sido por Pikachu... ¿Y dónde estaba él ahora?

—¡Pika!

Siguió el sonido de su voz, cosa que también hicieron Satoshi y la líder del gimnasio, que parecía responder al nombre de Kasumi. Ahí se encontró con un par de jovencitas más, una de ellas era rubia y la otra era castaña con un pañuelo en la cabeza, e iban vestidas a juego con ropa de playa.

—¡Satoshi! —gritaron al verlo.

Al final le tomó unos cuántos minutos ponerse al corriente de la situación.

Serena, la chica rubia, estaba compitiendo en El Gran Espectáculo Pokémon y resultaba ser que ese año el gimnasio de Ciudad Celeste era una de las sedes oficiales. Cuando se enteró de ello, Haruka, la chica del pañuelo en la cabeza, había viajado para acompañarlas. Kasumi había intentado contactar a Satoshi con la intención de hacerlo asistir al evento, pero siempre le cortaba las llamadas de alguna u otra manera.

En otras circunstancias la situación podría haber sido bastante cómica, pero notó bastante tensión en Satoshi y eso no lo dejaba estar del todo tranquilo.