𝓢𝓪𝓷𝓭𝔂

(2)

☾

Leon lo llevó cargando hasta su habitación, debía decirle que dejara de comer y después dormirse, pesaba un poquito más desde la última vez que lo cargo.
O el ya se estaba volviendo débil.
Lo arropó y se sentó a su lado, dando un monótono quejido.
Estaba hostigado, se sentía mal, pesado y enojado.

—Leon.—Llamó la atención entre sueños risueños.—¿Qué pasa?—Miro de reojo.—¿Porqué Jessie te odia? Y... ¿Por qué yo no le caigo bien?—

Hubo una pequeña risita nerviosa por parte del camaleón.No sabía como explicar el sentir de una persona; pero si podía hacerlo metafóricamente.

— Pues Jessie es como un patito,la autoestima del patito quedó tan dañada que aunque se convirtió en cisne,nunca logró sentirse como tal. — Simple, sin más. —¿Osea que antes era un patito de verdad?— Se sentó y frotó sus ojos, no entendió.

—No, no era literal...—Era difícil decir las 4 sílabas. —Yo le gusto.—

El silencio fué tal que era extraña esa incomodidad,pero esa incomodidad se vió interrumpida por un bostezo.

—¿Y luego..?— Habló sin importancia.—¿Cómo qué "Y luego"?—Desconcertado le volteó a ver.— Sí,¿Te gusta? —

Cómo era posible que le preguntara eso, ¿A dónde quería llegar? ¿A una futura discución?

—¿Qué te hace pensar eso?,es una pregunta fuera dé. ¿Acaso tu crees que me gusta?—Recato.—No lo sé, por eso te pregunto a ti.—

Como una pesadilla, algo que nunca terminaría.Se dejó caer de espalda sobre la cama y llevo su brazo izquierdo a donde estaban sus ojos por sobre la capucha.
Sandy se acercó y le dió un beso en su capucha.

—Ya sé que no te gusta, no te fastidies, a mi tampoco me gustaría que ella estuviese cerca de mi, se ve castrosita la niña...—

Cara de ángel, pero actitud de demonio encaprichado.
Tomó su cabeza, acomodándose mejor para ponerla sobre sus piernas y acariciarlo.

—Deberías hablar con ella, nadie se merece por lo que ella está pasando, es comprensible el porque...—Bostezo.— el porque se sienta así...Yo me pondría igual, pero no haría lo mismo.Pero cada quien es diferente a cada uno de los demás...

Y era verdad,tal vez solo necesitaba que le dijeran que todo estaría bien al final del día.

—Creo que tienes razón.— Escucho una respiración calmada, pues el ajeno ya se había dormido. —¿Sandy? ¿En serio te dormiste? — Le picó una de sus mejillas,al no obtener respuesta solo se levantó y lo acomodó con una frasada.

Decidió que debía arreglar las cosas, como lo ya grande que es, no tan grande pero si lo suficiente para razonar.
Así que; fué hasta la casa de Jessie y tocó la puerta.
Gracias al cielo abrió Jessie,ganas no le faltaban para matarla, pero no estaba ahí por eso. Tomó aire antes de meterse al agua e intento no tener consciencia, pero su palabra fué arrebatada cuando le jaló de la muñeca para adentro.

No quería meterse, quería estar afuera,era un muy mal presentimiento.
Y al fondo de todo estaba una dulce tonada.
La música ofrece compañía cuando no la hay, comprensión cuando reina el desconcierto, consuelo cuando se siente angustia, y una energía pura y sin contaminar cuando lo que queda es una cáscara vacía de destrucción,agotamiento y soledad.