Capítulo 14

1.4K 65 12
                                    

-Ehh bueno -vaciló Giulia- los perdimos

-¿Que? -decimos Julio y yo al unísono-

-Mentira, se quedaron -dice Julia-

-¿Por que? -pregunto-

-Porque querían arreglar unas cosas y vigilar -explica André-

-¿Van a volver? -pregunta Julio-

-Tal vez y depende como estén las cosas acá nos vamos para allá -dice Agus-

-La casa es bastante grande y todos tendríamos espacio y no sería necesario susurrar en las noches -dice Andrea-

-Eso suena bien -digo-

-¿Y eso? -pregunta Jandino viendo la daga-

-La encontré en el closet -le respondo-

-¿Que pasó con la fan? -pregunta Esteban-

-No se, no me he metido a mi cuenta -le respondo-

-Quién sabe porque traviesos -dice Giulia con sonrisa pícara-

-Entremos y fijémonos si ha contestado -digo cambiando de tema-

Entramos y cada uno se sentó en su sofá y cogi el teléfono de Julio y me metí a mi cuenta a ver si la chica había contestado y efectivamente lo había hecho.
"Claro Isa y no se arriesguen por venir por nosotras, acá estamos bien. Cualquier cosa y te aviso"

-Chicos ¿Cuantas habitaciones tiene la casa de Ricardo? -pregunto-

-Demasiadas -responde Julia-

-Estaba pensando en ir allá, intalarnos e ir por la fan y su madre -digo-

-Buena idea -me dice Agus-

-Podríamos decirle que si puede acercarse un poco al centro -digo-

-Si y de ahí nos vamos a la casa de Ricardo -dice Giulia-

Le escribí a Lynn y le puse:
"Vamos a ir a una casa de un amigo por el estudio, cuando vayamos y arreglemos todo no se si tu y tu mami podrían acercarse un poco para que vivan con nosotros"

-Bueno, empaquemos ropa -dice Julia-

Fuimos a nuestras habitaciones y empacamos toda la ropa posible y yo puse la daga a la par de maleta. Cuando terminamos nos fuimos otra vez a la sala.

-Y la comida la dejamos donde está -dice Julia-

-Hablando de comida -dice Giulia-

-¿Nos hicieron el almuerzo? -le sigue Guido-

-¿O se pusieron de traviesos y no hicieron nada? -les sigue Agus-

-Si les hicimos el almuerzo, tranquilos -dije-

-Y nosotros no hemos comido esperandoles -dice Julio-

-Awww que lindos chicos -dicen Giulia y Andrea al unísono-

-¡A comer! -digo casi gritando-

La comida se había enfriado entonces la calentamos. Cuando la calentamos nos fuimos a el comedor

-Julio, Isabela -dice Jandino serio-

-Dinos -decimos Julio y yo al unísono-

-Esta delicioso, no sabia que cocinaban tan bien -dice Jandino-

-Gracias y son talentos ocultos -dice Julio-

Y si que tiene varios talentos, este hombre hace todo bien

-Bueno ¿Quien vota para que estos traviesos hagan la comida mientras estamos acá? -pregunta André-

-Solo cuando estemos acá, porque Ricardo cocina un poco mejor que ustedes -dice Agus-

Vuelvo a ver a Julio y su sonrisa desapareció cuando mencionaron a Ricardo.

-Claro, nosotros cocinamos mientras estemos aquí -dice Julio un poco cortante-

-Porque ustedes queman la casa -digo riéndome-

-¡Oye! -dice Agus fingiendo indignidad-

-Pero tiene razón -dice André-

El resto del almuerzo nos la pasamos hablando y bromeando. Julio estuvo bastante callado y serio.

-Estoy cansado, voy a dormir un rato -dice Julio mientras se va a la habitación-

Esta enojado o triste.

-¿Que le pasa? -pregunta André-

-No lo sé, pero voy con el -digo mientras me voy-

Entre a la habitación y Julio se estaba quitando la camisa.

-Hola -digo-

-Isa, no quiero ser grosero, pero quiero estar solo, ocupo pensar -me dice suavemente-

-No te voy a dejar solo, no se que pasa por tu cabeza y no te voy a presionar a que me cuentes que pasa si no quieres, pero solo no te dejo -digo sonriendole-

-Se que por mas que te diga que te vayas no te iras, así que creo que no tengo otra alternativa -dice suspirando-

-Nop -le digo mientras me acuesto en la cama-

Julio se acostó y puso su cabeza en mi pecho. Él se volvió hacia mi y me dio un beso y se volvió a acomodar, yo le empecé a acariciar el pelo y el se fue quedando dormido.
Tiempo después los chicos entraron y Julio estaba durmiendo muy tranquilo así que les hice una seña para que se fueran. Luego de un rato yo también me quedé dormida.
No se cuanto pasó, pero Julio y yo nos despertamos de golpe al escuchar gritos, como si alguien estuviera peliando. Nos levantamos y fuimos a la sala de donde provenían los gritos. Cuando llegamos vimos a los chicos y a un señor y una señora como de unos 47 años, delgados y cubiertos de sangre.

-¿Que está pasando? -pregunto con voz firme-

"Siempre Estaré Contigo" Onde histórias criam vida. Descubra agora