EPISTEMOLOGÍAS ARTIFICIALES: Fidelidad Parte 19

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Un trillón de años antes...

Como parte de su educación Ayazx le había hecho leer a n una leyenda. En ella un perro llamado allqu era abandonado por su dueño, luego de años de maltrato. Allqu era rescatado por unos niños, y estos le dieron cariño y cuidados, en su nueva familia el perro sanó y encontró felicidad y desarrollo cierta belleza a pesar de su humilde raza. Los niños lo querían mucho y este a ellos, pero con el tiempo, en su oscura inteligencia de perro, allqu entendió que no podía amarlos completamente. Un día el perro desaprecio. Los niños lo buscaron muchos días y creyeron que había muerto en alguna remota pelea, pero descubrieron al final que este había vuelto con su viejo amo y se veía feo y triste otra vez.

Ahí acababa el desabrido cuento.

—No entiendo— dijo n a Ayazx.

—Que puedo esperar de un idiota. Vuelve a leer.

—El amor es la búsqueda del bien del otro no su mal. Ese amo no amaba al perro. Y este no debía querer a quien lo odiaba.

—Nada sabes ni sabrás del amor de los adultos, amor es lo que es, no lo que deseas que sea — dijo Ayazx.

—Dicen amor cuando deberían decir odio.

—Odio y amor, cuesta diferenciarlos, incluso los crímenes movidos por el odio solo ocurren en relaciones sentimentales, son crímenes de amor... a fin de cuentas. El amor es un fenómeno natural, o sea lo que es, y no ideal, lo que debería ser (sin serlo) —. Dijo Ayazx.

Y así otra vez n leyó el absurdo relato. Su mente se esforzó en hallar su sentido. O en inventarlo, pero no debía hacerlo, pensó, el pensamiento no era para mentirse sino para hallar la verdad. Y nada era verdadero en ese mito.

— ¿Por qué ese perro fue tan poco agradecido con los niños? ¿Por qué volvió?

—No has entendido. Estúdialo otra vez, cien veces si eso es lo que hace falta —dijo Ayazx.

Acaso era más útil mentir a su padre, pero no, él quería ser sincero con él y no empañar su relación con mentiras. Pero él no era su padre, como todo niño juguete sabía que ese no era su progenitor. Aunque no era humano sus genes tenían que haber venido de un ser humano, una persona particular. Presentía a ese progenitor abstracto en su corazón. Pero ahora estaba delante de Ayazx, Si tan solo le diera una pista, una pauta, pero Ayazx no le dio explicaciones de cómo debía interpretarse la fábula, de cómo aprender a quererlo, y se lo hizo leer una y otra vez hasta que n desvelado y angustiado se durmió consternado.

Ayazx cansado y algo arrepentidode mortificar a n lo dejo dormir sobre su tarea mal realizada. Una vez más n lodecepcionaba profundamente, solo nos decepciona así lo que queremos

 Una vez más n lodecepcionaba profundamente, solo nos decepciona así lo que queremos

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