Capítulo 4: El detonante

3 0 0
                                    

Thomas se encontraría en su casa al fin, ya eran las 9 de la noche y ordenaría su mochila pues mañana tenía clases nuevamente, tomo los cuadernos correspondientes echándolos en su mochila, luego iría a cenar junto a su familia los cuales estarían más felices que nunca, pues al fin Thomas había perdido su miedo que tanto lo atormentaba.

Una vez termino de cenar dejo su plato en la cocina y mientras se dirigía a su habitación para descansar paso frente a un espejo que estaba colgado en el pasillo y pudo ver su rostro el cual estaba con un moretón en la mejilla y un pequeño corte en el labio.

Thomas se quedó pensando un poco sobre la condición en la que se encontraba, recordó que la última vez que había visto su rostro así fue en aquel fatídico día donde todo empezó.

De repente escucharía como tocaban la puerta y era nada más ni nada menos que Rocky quien estaba haciendo su última vuelta antes de terminar de entrenar.

- ¡Rocky, eres tú! – diría Thomas sorprendido.

- Así es niño, ¿Cómo estás? – preguntaría Rocky a Thomas.

- Bien señor ¿y usted? – respondería Thomas con alegría.

- Excelente chico, eres demasiado educado… - Diría el campeón con voz seria- chico ¿Qué fue lo que te paso para que tuvieras agorafobia? –

Thomas sorprendido con tal pregunta diría – bueno… es algo… complicado – respondería con una voz penosa.

-Vamos, dime – insistiría Rocky, agregando – no eres el único con un pasado oscuro amigo –

Thomas soltando un suspiro y confiando plenamente en el hombre que lo salvo de aquel tormento diría – Todo comenzaría hace 6 meses, yo entraría a mi segundo año en el liceo, donde estaría con mis compañeros del año pasado, pero este año llegarían 4 chicos nuevos, Matías, Daniel, Patricio y quien era al parecer su líder, Camilo –

-Okey, continua chico- respondería Rocky apoyándose en el marco de la puerta e interesado por este último nombre.

- Yo trate de presentarme a ellos de forma amable, para presentarles el liceo ya que esa tarea me asigno mi profesor jefe. Apenas estire mi mano para saludarlos ellos me miraron como si fuera un bicho raro y me dejaron con la mano colgada, eso no me molesto, el problema vino luego…, ya que no me había podido presentar ante ellos pues decidí mantenerme al margen juntándome con los que ya conocía, seguir normal con mi vida, pero un día ellos comenzarían a llamarme de múltiples maneras “gordo”, “ballena”, “pedazo de grasa” y de mil formas, era molesto que se burlaran se mi solamente por ser el más gordo del curso, así fue por todo 1 mes sin que la intervención de los profesores fuera suficiente, hasta que un día Camilo acompañado de su grupo de amigos decidió acercarse en el recreo gritándome múltiples apodos y el ultimo que recuerdo que me grito fue Camilo diciendo “ahora serás mi saco de box conchetumadre” – Diría Thomas para luego tomarse una pausa.

- Vamos muchacho, suéltalo – Diría Rocky con una voz seria.

- Camilo me metió un puño de derecha directo a mi cara, el mundo me dio vueltas y caí directo al suelo, entre los 4 me golpearon y me dieron una paliza tremenda, no pude defenderme. Mis amigos me ayudaron a quitármelos de encima y fui llevado a enfermería donde me atendieron, lamentablemente eso no sería suficiente, ellos fueron expulsados por 1 semana, pero apenas volvieron a la escuela me dieron otra paliza entre los 4 con la diferencia de que esta vez seria en la sala de clases. Comencé a sentir miedo cuando con todas las heridas en mi cara fui a comprar pan en un fin de semana donde me los encontré nuevamente, esta vez Camilo fue el único que me ataco no pude hacer nada pues me paralice por el miedo – Thomas apretaría su puño por recordar la impotencia que sintió en aquel momento.

- Sigue chico, tú puedes – Diría Rocky motivando al chico para que soltara todo lo que sentía.

- Entonces cuando llegue a casa mis padres no aguantaron más por lo que estaba pasando e hicimos la denuncia, Camilo y su grupo al ser menores de edad no fueron detenidos, pero si fueron expulsados de forma permanente del liceo. Pero el daño ya estaba hecho, pues tenía miedo de salir de mi habitación durante 2 semanas pues temía que si abriera la puerta ahí estaría el, cuando por fin pude salir de mi habitación para poder explorar mi casa mis padres trataron de convencerme de llevarme a un psicólogo, pero fue inútil así que mis padres tuvieron que ir a uno en mi nombre explicando la situación y una vez fue uno a mi casa para evaluarme-

- Así estuviste por 4 meses hasta que yo llegue ¿no? – respondería Rocky

- Tal cual como usted dice señor…, luego entrene en mi casa para bajar de peso, pero aun así tenia miedo – diría Thomas apenado.

- Tranquilo muchacho, no eres el único que ha pasado por situaciones psicológicas difíciles, todos los que están en el gimnasio tienen un motivo para boxear, amor, dinero, miedo, fama o simplemente pelear, pero algo que tienen todos en común es que todos han superado su pasado – Diría Rocky mientras apoyaba su mano en el hombro de Thomas – Bueno muchacho ya me tengo que ir, ya van a ser las 10 y debo llegar a casa, ¡nos vemos! –

- ¡Hasta luego señor! –  Se despediría Thomas mientras cerraba la puerta y pensaba – Vaya… se sintió bastante bien…, fue como quitarse un peso de encima…, es hora de dormir ha sido un día muy agotador – para acto seguido despedirse de su madre y padre para luego irse a dormir.

Rocky mientras trotaba dirección a su casa pensaba – Maldita sea, ¿Con que se llama Camilo y le dio una paliza? – se preguntaría extrañado – el chico tiene futuro como boxeador, pero como se trate de quien creo que es le espera un camino difícil… –

Un Fénix en el ringWhere stories live. Discover now