Él abrió la boca para que besara sus labios pero fuí directamente a su cuello.

-No voy a besarte hoy.- le dije
Ross me detuvo.

-Claro que lo harás.
Retrocedí cuando iba a besarme.
Esperé allí hasta que entendió.
Caminé devuelta hacia él.

-Si no haces lo que te digo pararé.- dije, citando lo que muchas veces él me había dicho.
Abrió un poco la boca dejar escapar el aire.
Asintió.

-Bien.- dije. Lo empujé con fuerza contra la puerta. Jadeó.-Ahora quiero que coloques tu cabeza hacia atrás.
Frunció el ceño, lo miré firmemente, y me obedeció.
Pude tener mejor acceso y besar su cuello.
Su perfume mezclado con su olor natural era casi orgasmico.

Yo reprimí varios gemidos mientras que continuaba besando y mordiendo su cuello.

-¿Te gusta?- pregunté.
Ross asintió.

Mis manos bajaron hasta donde empezaban sus pantalones. Levanté su camiseta y pasé mi dedo por la linea en forma de "V" que tenía en el abdomen.
Su respiración se aceleró.

Lo miré directamente a los ojos cuando llevé mis manos mi sujetador y me lo saqué.

Sus ojos se hicieron más grandes, y apesar de que ya no me miraba a los ojos noté que se le oscurecieron aún más.
Levantó las manos y se las golpeé.

-Pon tus manos atrás.- ordené.

-__________.

-Ross.
Puso los ojos en blanco.

-No.- dijo con dolor en la voz.

-¿Ves lo frustrante que es?
Parpadeó varias veces.

-¿Vas a hacerme todo lo que te he hecho?

Me pasé la lengua por los labios.
De pronto estaban secos.
Asentí lentamente.

Los ojos de Ross se agrandaron de manera sorprendente.

-No, porfavor.- dijo.
Tomé sus manos y las coloqué en mi cintura.
Volví a empujarlo contra la puerta.

-No las quites de allí. No me puedes tocar en otro lugar.
Abrió la boca para protestar.

Lo besé cerca a los labios pero con cuidado de nisiquiera rozarlos.

-Es tu regalo de cumpleaños.

Volví a poner las manos en el borde de sus jeans.
Bajé lentamente su cremallera y mirandolo directamente a los ojos.

Antes meter mi mano toqué su erección por afuera.
Gimió.

Dios mio.

Estaba demasiado grande.
Y dura, muy dura.
Metí mi mano derecha.

Lanzó la cabeza para atrás cuando empezé a masajearle la polla.
Y soltó pequeños gemidos.

Volví a besar su cuello.
Sentí sus manos bajando.

-No.- adverí.- Sube las manos.

-Nena...

-Dije que las subas.
Las subió con frustración.

-Bien.- dije.

Pasé mis manos por su largo miembro.
Y empezé a mansturbarlo.
Fui lento, de abajo a arriba.
Apenas rozando con mis dedos sus testículos.

Empezó a gemir.

-Si...sigue...

Tenía la cabeza hacia atrás y los ojos entrecerrados.

YELLOW (Ross Lynch) (Hot)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora