Pereza 난 괜찮을거야 | TIASFY

게으름

Como todas las tardes me encontraba acostado en la cama con el computador encima de mis piernas viendo otro vídeo en Youtube. ¿Qué más puedo hacer?

No me considero una persona muy sociable, por lo que mi número de amigos es muy limitado, no salgo de mi habitación a menos que mi madre me mande a comprar en alguna tienda local. Como siempre me duele la cabeza, me la paso durmiendo la mayoría del tiempo para olvidar mi malestar por un rato, los medicamentos hace tiempo dejaron de aliviarme.

Creo que estoy desperdiciando mi adolescencia.

Le he dicho muchas veces a mi madre que me cambie de escuela, y parece que por fin lo está tomando en cuenta, quiero conocer gente nueva, aunque en el fondo sepa que mis habilidades sociales son nulas y que quizá no sepa relacionarme con nadie, siento que a veces es bueno cambiar un poco el escenario, salir de la burbuja.

 Estaré bien.

No he ido a clases desde hace una semana, y puedo decir con seguridad que no extrañaría a mis compañeros lo más mínimo, estoy tan harto del mismo ambiente todos los días, y sé que lo que más voy a extrañar de irme de ese liceo son los profesores, que, a lo largo de estos últimos años, fueron un apoyo muy grande para mí, bueno... algunos de ellos.

El vídeo que estaba en la pantalla me comenzaba a aburrir, tal vez un poco de música me haría olvidar por un momento la ansiedad que me provoca pensar en el futuro. Casi me quedo dormido con los audífonos puesto.

Me levanté de la cama de un salto y bajé las escaleras directo a la cocina para tomar un vaso de agua. Inmediatamente luego de llegar sentí el olor a fritura, mi mamá estaba preparando empanadas, ¡Y cómo negárselo a mi estómago! Pero sólo una, que estoy muy gordo. Me comí cinco.

Algo tenía seguro, en las vacaciones de verano me pondría a hacer ejercicio. Aunque no me gustaba la idea de moverme, sé que lo necesito, pero nunca he encontrado la motivación y las fuerzas para levantarme un día y comenzar, ¡Pero es que, qué pereza!

Me vuelvo a acostar en mi cama, presiono un vídeo que me apareció en recomendados y veo a unos chicos bailando, son geniales, intentaré practicar para ser como ellos. Ya lo he intentado varias veces, y mi conclusión es que simplemente no nací para bailar. Eso no me detendrá, aunque probablemente lo deje al segundo día.

De un momento a otro ya eran las 9:00 pm, me duché y me volví a acostar. Mi madre, momentos después me dijo que había sacado una hora con el neurólogo, por fin les diría adiós a mis dolores, además de informarme que mañana sería la entrevista para mi matrícula en una nueva escuela, ¡Genial!

Cuando estaba apunto de dormirme mi teléfono comenzó a sonar, siempre ignoro a todo mundo, pero no sé que me dio esta vez y contesté, era un amigo que me invitaba a su casa a pasar la tarde de mañana jugando a la consola, decliné, odio salir, no podrán cambiar mi naturaleza de perezoso, Además, ¡Qué más daba! De todas maneras, lo vería mañana en la escuela, aunque en el fondo su llamada me hizo darme cuenta de que no me sentía tan solo como pensaba.

Así es, mañana iría a clases, último día nadie se enoja, pues yo si me enojo, había planificado esa tarde para dormir.

Así no se puede.

TIASFY