Capítulo 26 Derek.

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Al final me quedé dormido  y acabé levantándome sobre las once de la noche. A mi querido tío no se le pasó por la cabeza la idea de despertarme así que aquí estaba yo con cara de haber invernado todo el invierno, los ojos llenos de legañas y el cuello hecho un ocho. Y entonces pensé ¿Desde cuándo duermo la siesta? La respuesta era bastante sencilla: Desde que me he pasado toda la noche dando vueltas sobre un cojín en el “cómodo” suelo y por la mañana temprano me han echado como a un perro. Esa era la razón. Y menuda razón.

Me levanté con esfuerzo y me planteé una pregunta ¿Ahora qué hago? Eché una mirada a mí alrededor y localicé mi chaqueta de cuero negra. Salgamos.

Me la puse y salí. Sin más empecé a correr. Hay gente que hace jogging por la mañana y yo soy uno de ellos pero visto lo visto, mejor correr que quedarse en casa aguantando los ronquidos de Peter. ¿Por qué tenía que vivir con él? Ni si quiera ha hecho algo bueno por mí y en caso de que lo hiciera tiene más de treinta años ¿Cuándo me voy a deshacer de él?

Me centré en escuchar el viento, en sentir las hojas crujir a mis pies y en seguir corriendo. Cuarenta minutos y aun no estaba cansado, lo que si estaba era harto de que me siguieran.

-Scott ¿Qué coñ0 quieres? –Pregunté parando en seco. Él se estampó contra mi espalda al no darse cuenta de que había frenado provocando que perdiese el equilibrio y cayese de rodillas. –¿Y tú eres un alpha? –Me burlé levantándome.

-¿Has estado con Shelby? –Me preguntó.

-No.

-Sé que sí.

-Si sabes que sí ¿Para qué narices preguntas? Te creía más listo.

-Para saber cuánto tiempo lleva desaparecida.

De repente se me quitó el mal humor que se convirtió en furia y en algo más pero sobre todo en furia.

-¿Ha desaparecido?

-Fue a casa de Ángela antes de las dos y desde entonces no la han vuelto  a ver, no responde a las llamadas… Nada.

-Desde las dos hasta las once puede haber salido –Dije, pero no sabía a quién intentaba tranquilizar si a él o a mí.

-O puede que no. Los cazadores la hirieron ¿Y si la quieren matar? –Me apuntó con el dedo índice- ¿Tú sabes algo?

-No sé nada de ella Scott. Ahora déjame en paz.

Volví a correr.

Si ella me había contado sus problemas solo a mí yo no iba a contárselos a nadie. Ni a Scott ni a Peter ni a Batman si apareciese de repente. Claro que eso no hacía más que preocuparme porque Scott tenía razón porque la habían herido y lo habían intentado de nuevo esta mañana y no dudaba que fuesen a volver a hacerlo, pero ¿Tan pronto?

El mismo sentimiento de que me seguían se hizo presente.

-Scott. He dicho que me dejes en paz –Dije girándome.

Pero no era él.

Grenade (Sin Editar)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin