UN NUEVO COMIENZO

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Por qué haz cambiado tanto?
Sé preguntaba Serena al estar frente al enorme tocador de la recamara que compartía con su esposo un gran hombre, lleno de virtudes, con el cual se casó perdidamente enamorada.
Se acerca su décimo aniversario y apenas esta por cumplir 28 años, estaba tan decidida ha encarar a su marido decirle lo que sentía.

Así que cuando salió del baño, vestido con su elegante pijama de seda color vino, suspiro, terminó de retirar el maquillaje de sus párpados, su marido se acercó a ella imagino que le daría un beso pero no, solo tocó su hombro y dijo:- buenas noches - en un tono de amigos
- Es en serio?- dijo ella en tonó de fastidio casi murmurando
- Ahora que te pasa?- contestó él, que por el cansancio lo que menos quería era discutir, llevaba los últimos años inmerso más que nunca en el trabajo la ampliación de la fábrica no dejaba tiempo libre cualquier equivocación podría costarle perder el trabajo de toda la vida.
- ¿De verdad no lo sabes??- dijo la rubia esperando que él lo supiera o por lo menos ya lo hubiera intuido.
- ¿Que te hace falta? Dime he puesto el mundo a tus pies basta con que muevas uno solo de tus dedos para que está casa se volteé hacia ti!!- el hombre sabía lo hermosa que era su mujer y lo que ella se merecía pero se estaba cansando de sus constantes caprichos.
- ¿Quieres ir de compras? ¿Tal vez un auto nuevo? ¿Una pintura? ¿Una nueva casa? O por que no te vas de viaje donde tú quieras.-

La chica lo miraba, tratando de encontrar al hombre con el que se casó, pensando que he hecho mal? Piensa que todo es material, me hace falta? Un beso suyo en las mañanas, me hace falta que recorra con sus manos la desnudez de mi cuerpo y alma, extraño al hombre que me enseñó a besar, que lograba con una mirada hacer humedecer mi ropa interior, estaba dispuesta a gritar lo que estaba pensando, pero mejor decidió demostrarlo;.
- Yo Quiero - dijo levantándose al mismo tiempo que dejaba caer la bata que cubría su desnudo y joven cuerpo esperando que su esposo notará, entendiera el mensaje pero este solo dijo:- tápate, hace frío atraparas un resfriado.- apagando la lámpara de su buró, acomodándose para dormir, dejando a Serena llena de deseo; y con un enorme nudo en la garganta, una lágrima quería escapar pero la rubia no lo permitió, tomo su bata se la coloco, para mirarse en el espejo y volver a preguntar qué pasaba, con su matrimonio?

Repasaba en su mente una y otra vez, la historia cada año cada momento, dándose cuenta que tal vez, ella dejó que el fuera adsorbido por el trabajo. Recordo las decenas de veces que él, la invitaba a cenar y ella le decía, "Amor mejor mañana te veo algo cansado" Su apoyo fue tan incondicional que inconscientemente lo estaba alejando de ella.
Por fin el cansancio estaba venciendo a la femina, que camino hacia su cama, y se dejó caer. El hombre estaba profundamente dormido, ella en su afán de tener un poco de acción después de meses, pero de una pasión verdadera no de la que se había apoderado de ellos, que era casi mecanizada, debajo de las cobijas metió su mano en el boxer de sus esposo acariciando ligeramente su miembro, y besando el lóbulo de su oreja, pero obtuvo la peor respuesta.

- Lo siento amor, estoy cansado tal vez mañana! - dijo su esposo sacando la mano de sus calzoncillos.
Ella solo se volteó furica, él lo noto pero no tenía ganas de discutir.
Así transcurrieron algunos días, nada parecía cambiar,
- Mi niña, por qué no distrae su mente, haga algo nuevo, algo diferente, haber dígame recuerda qué quería ser de niña?- dijo su nana, la cual sabía la cituacion del matrimonio.
- Bailar.  Me encantaba bailar quería ser una bailarina.- dijo recordando los días de su infancia, cuando su madre la llevaba a las clases de baile
- Listo, Busque alguna academia de baile despeje su mente, estoy segura que solo es un bache en el camino, el señor la ama.-
- Entonces por qué no me lo demuestra? Por qué ha dejado los detalles? ya no hay flores, ya no hay dulces ni cartas nisiquiera se despide de mi al amanecer, no se da cuenta si me cortó el cabello, o lo cambio de color - dijo la mujer frustrada
- Señora, ya le he dicho que hable con él, hágale saber cómo se siente -
- Lo he intentado dios sabe que lo he intentado, pero su actitud distante me lo impide.- la rubia tuvo la idea del baile, en la cabeza toda la mañana y después de salir de la fundación que había hecho en honor a su madre, fue directo al centro comercial donde recordó haber visto una academia de baile.
Al llegar al lugar bacilo en entrar, se armó de valor y lo hizo.
- ¡¡Hola buenas tardes!!- dijo amable la recepcionista
- Buenas tardes, Quisiera informes-
La mujer le dijo todo lo que Serena quiso saber, hasta le dió un recorrido por las instalaciones, la rubia aún estaba nerviosa pero tomo la decisión.
- Muy bien señora.
- Usagi, Me llamo Usagi.- uso su segundo nombre sabía que aunque su rostro no era conocido el apellido de su esposo si y no quería ponerse en peligro.

HISTORIAS CORTAS ( ONE SHOT'S)Where stories live. Discover now