–¿Pensaste que a alguien le importaría defenderte por qué? ¿Por qué fuiste bueno con todos? Sí, todos me detestan pero al menos no fui la puta del mundo toda mi historia. Siempre tan crédulo, Martín. Pensabas que podías ser una nación importante porque todos querían algo de ti, pensaste que ser imprescindible te haría relevante. Pensaste que porque recibiste a los hijos de todos y los cuidaste los demás se preocuparían por los tuyos. Pero no es así. Vas a morir pronto y a nadie le va a importar. ¡ESTÁS SOLO! Igual que yo. Debiste aceptar ser mi aliado todas las veces que te lo ofrecí, tu muerte habría sido más digna.

–¡JA! Prefiero morir como una rata que ser tu marioneta. Y al menos me siento bien conmigo mismo, puedes decir lo mis... –No pudo terminar. Se había distraído demasiado y se olvidó de ver el camino, para cuando volvió la vista se encontró con un mara* saltando delante del vehículo. Martín giró el volante con todas sus fuerzas y el animal lo esquivó pero en el camino el camión volcó y giro sobre si mismo debido a la velocidad a la que iba. ¿Siempre inteligente, no Tincho? Mientras se insultaba a si mismo tosió y se retorció sobre si mismo intentando salir. Justo que me estaba recuperando, carajo, mierda. Cuando finalmente consiguió salir de su asiento se arrastró por el techo que ahora había quedado sobre el suelo, y buscó la puerta trasera de la camioneta. Tras muchos golpes con su hombro la puerta se abrió y lo recibió la luz del cielo completamente blanco por las nubes que lo cubrían, el suelo marrón grisáceo no ayudaba tampoco a lo cegado que se encontraba por estar dentro del vehículo blindado. Escuchaba los motores de otros autos y camiones militares sobre su cabeza pero el relieve delante de él era más elevado y no podía ver bien. Entonces una cabeza rubia y unos lentes conocidos se asomaron. El estomago de Argentina se cerro y se atragantó con su saliva por lo que comenzó a toser. Una risa cínica se le sumó.

–Fucking crazy bitch (maldita puta loca).–Alfred comenzó a descender acercandose a él. Martín quería ponerse de pie pero algunas de sus heridas se estaban reabriendo y el suelo helado le quemaba a través de la ropa vieja.–¿Nothing to say, darling, but if you sounded so chatty on the phone (nada que decir, querido, pero si sonabas tan charlatan en el teléfono)?

–Suck my dick, bloody pig (chupamela, maldito cerdo).– El latino comenzaba a levantarse cuando sintió la patada que impactó sobre se estomago. Sus costillas aún en tratamiento ardieron haciendo soltar un grito ahogado. Vamos de nuevo.

Desde el suelo pudo ver a lo lejos las siluetas de otras naciones, puso distinguir a China y Francia a pocos metros, el primero lo veía con indiferencia y algo de lástima, Francia estaba completamente serio. Sería en vano pedir piedad, él sabía que no iban a detenerlo. ¿Quién diría hace años que él iba a terminar en ese escenario? Hay cosas que cambian y uno no se da cuenta hasta que es muy tarde. ¿Y entre naciones, quién puede reclamar? Es parte de su naturaleza cambiar conforme su gente lo hace, y en el fondo todos siguen a alguien. Aunque Martín ya no tenía muy en claro a quien seguía él, hacia tiempo que sus jefes cambiaban con el clima.

–¡Repetir!

–No te pongas nervioso que olvidas como conjugar...–Una bota se posó sobre su esternón.

–¡I've said repeat it (dije que lo repitas)!

–¡And I've said suck my dick, you bloody p... (y yo dije chupame la pija, vos maldita c...)!– Otra patada. Esta fue hacia su rostro y fue tal la fuerza que lo hizo girar por el suelo.

EL país norteamericanolo agarró por el pelo con completa brutalidad y lo levantó con una fuerza inhumana. –¿Sigues teniendo mis regalos de nuestros encuentros previos?– La sonrisa perfecta y blanca de Alfred le había dado pesadillas en el último tiempo y no ayudó cuando sintió como apretaba sus costillas rotas.– Estoy pensando que tal vez pueda romperte una más como un recordatorio de este último encuentro. O tal vez por ser una ocasión especial podría romperte todas las que no rompí antes.¿What do you...

Los aliados de su agresor gritaron incrédulos cuando Estados Unidos se vio interrumpido por una sorpresiva tos que llegó incluso a salpicar a Argentina con algo de sangre antes de que este lo soltara para cubrirse la boca. Martín pudo ver la confusión en su rostro y casi quiso reír por eso pero su cuerpo aún dolía demasiado y tenía la sensación de que Alfred le había vuelto a romper las costillas que Cuba había logrado restaurar. Se sentía tan entregado a la situación ahora que sabía que UK había efectuado su golpe que estaba seguro de que en cualquier momento se desmayaría.

–¿Did you hear the news (escuchaste las noticias)? Everybody is talking about how the dollar went down like a lead balloon (Todos están hablando sobre como el dollar cayó como un globo de plomo)– Arthur se asomó rodeado de sus soldados justo detrás de los estadounidenses. Rusia, Cuba, México y Chile también llegaron y rodearon a China, Francia, Italia y Colombia. Alfred pasó de la confusión a la ira en un instante y aún con una mano en su vientre se volvió para enfrentar al inglés.

–¿¡Qué me hiciste!?

–¿Yo? Nada, así es el mercado, sweetie. A veces ganas y a veces pierdes.–Martín no pudo evitar soltar una pequeña risa que para su mala suerte le recordó al norteamericano que estaba haciendo. USA volvió a tomarlo de los pelos y lo arrastró hasta hacer que se levante. Argentina evitó mirar aún así a las otras naciones y por ello no vio como Rusia y México agarraban con más fuerza sus armas y apretaban los dientes, o como Cuba parecía querer apuntar su arma hacia Estados Unidos lo antes posible, o como Chile tenía los ojos cristalizados. Pero quien se veía más furioso era aquel que ya había visto los mismo golpes antes, hacia semanas cuando lo había encontrado en la nieve.

–¡You did it for it (lo hiciste por esto)!– Alfred sacudió a Argentina quien intentaba soltarse sin éxito. Maldito gordo forzudo.Eso es tan romántico, tal vez si no lo hubieras abandonado por años lo sería más...

Un disparo. UK le había disparado en la pierna a Estados Unidos y todos lo observaban asombrados. Incluso Argentina. Alfred se encontraba en el suelo insultando en su idioma. Martín aprovechó el momento para correr junto a sus soldados que estaban mezclados entre los chilenos.

–Eres un pequeño, malcriado, sweetie, y hablaremos sobre tu comportamiento cuando despiertes. Good night. 




N/A:Debería estar estudiando para inglés, pero bueno, todes necesitamos un descanso cada tanto ;) 

Este capítulo me costó mucho y sigo sin estar conforme pero no podía seguir posponiéndolo. Además quiero pasar a la posguerra de una vez. Lo siento si hay muchos errores con los fragmentos en inglés, realmente no soy buena con ese idioma pero se me hace divertido mezclarlos (siempre complicándome la existencia) 

Si quieren hacerme preguntas sobre lo que sea pueden dejarlas acá (es mi forma de agradecer la espera si es que alguien siquiera aún quiere leer esto). 

Mara*: Es un tipo de liebre que puede encontrarse en el sur del país (en este país volvimos a Río Negro). 

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