Capítulo 11

3.7K 409 134
                                    

You are mine - Secret nation

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

You are mine - Secret nation

Cuando tú vuelvas, si es que vuelves, no te vayas enseguida

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cuando tú vuelvas, si es que vuelves, no te vayas enseguida. Yo quiero acabarme contigo y quiero morirme en tus brazos. —Gabriela Mistral

Maggie se sentía ofuscada; enmarañada en la retahíla de pensamientos y recuerdos que estaban por volverla loca

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Maggie se sentía ofuscada; enmarañada en la retahíla de pensamientos y recuerdos que estaban por volverla loca.

Soltó un suspiro y masajeó sus sienes; sopesando en lo que debía hacer, en lo que fuera mejor para todos o en la solución que la hiciera sentir menos miserable y mala hija. Miró la hora en su móvil y notó con algo de ilusión que Andrew estaba por llegar, miró su salita de estar e inevitablemente recordó los comentarios hirientes que su mamá le había dado.

—¿Aquí es donde quieres vivir? Por favor, Margarita, si es una pocilga. —Sacudió la cabeza—. No puedo creer que hallas preferido dejar las comodidades a las que estas acostumbrada por un capricho.

—¿Te estás oyendo?¡No es ningún capricho!, yo solo estoy dándome el valor que merezco...

—El valor que merezco —repitió con un dejo de sorna—. Y tus padres, ¿a nosotros dónde nos dejas?, has preferido darte valor pero a nosotros nos has abandonado... —Maggie negó y se tragó el sollozo que estaba por salir de su garganta.

—Yo no los estoy abandonando, mamá. Yo hago todo lo posible por ayudarlos todos los meses...

—¿Con el miserable sueldo que tienes en esa editorial de quinta? —El labio de Maggie tembló y otra vez se sintió como aquella chiquilla de quince años y a la que obligaban a comportarse de equis y ye manera para agradar a la sociedad y el renombre de su apellido. De nuevo se sintió de veinte años cuando la obligaron a aceptar comprometerse con Matías.

Reveses de la vida© [COMPLETA]Where stories live. Discover now