Querido ¿esposo?

Capítulo 2

Días después...

No he salido de mi habitación, nunca me había sentido de esta manera, Charles había dejado un vacío en mí, vi nuestra foto colgada en la pared, pase la noche llorando abrazada de nuestras cosas, dormí con una playera gris y un short que habías dejado en mi casa la última vez que nos vimos, hoy vine a trabajar todos me preguntan si estoy bien, les sorprende que no esté sonriendo como siempre, estoy en un estado de shock simplemente no puedo aceptar el hecho de que te has ido, le he dicho a mi madre, ella está tan sorprendida como yo, le dije que todo estaba bien, que la vida tenía que seguir ¿no?, me arregle para el trabajo y al llegar todo parecía ir lento ,y no podía soportarlo, intente hacerme la fuerte por varios días, todos me preguntaban por ti y me hablaban de ti, todos pensaban que seguías a mi lado.

Han pasado unos días ,hoy llovió muy fuerte, estuve un par de horas en la parada de autobús, vi personas correr de la lluvia y otros cubriéndose de ella bajo una sombrilla, parejas besándose...como esa vez que nos dejamos ,llegue a casa y mi madre al verme volteo a abrazarme y entonces saque todo, le dije que te seguía amando, que dolía el solo ver nuestras fotos, estos días he tratado de ocupar mi mente, recuerdas esa vez que dije que me metería a clases de patinaje? Pues me he inscrito, soy pésima pero bueno estoy empezando.

Mi padre dijo que saldríamos de viaje por vacaciones, la verdad hubiese dicho que no mil veces, pero no esta vez, no ahora. Hice mis maletas y tomé un par de libros que tenía arrumbados, pues últimamente ya no tenía tiempo. Iremos a visitar a la familia de mi padre, que por cierto es un poco extraña, reí al imaginarlo y me sobresalte con la voz de mi madre.

-Me alegra que estés sonriendo, ¿ya estás haciendo maletas?

-Ya termine

-Verás que esto será un nuevo para ti.

Espero que en verdad sea así.Hemos llegado, enseguida salió la familia a saludarnos, si no mal recuerdo hace 5 años que no les veo, yo me dispuse a sacar mis maletas pero mi bicicleta me cayó encima, solo hice una mueca de dolor e intente quitar la bicicleta de encima mio ,pero alguien se apresuró a decirme...

-¿te ayudo?-

Voltee a verlo, no era alguien precisamente atractivo, era más alto que yo, usaba lentes y tenía labios gruesos, traté de levantarme pero el golpe me había dejado algo mareada, así que me quede sentada por un rato, el permanecía a lado mío ,era algo incómodo.

-Gracias pero no necesito ayuda-Nuestra primera impresión no había sido precisamente buena, supongo que era algún primo o algo así, así que retiré mi actitud y le dije que me mostrara mi habitación. Me ayudo con algunas de mis maletas y subimos a mi habitación, era más pequeña de lo que recordaba, y seguía intacta, debía hacer algunos arreglos.

-¿Es muy bonita no?, ¿está tal y como lo recuerdas?

-Sí, todo sigue aquí, menos yo...

-¿Qué?

-No nada, me llamo Camille...que tonta de seguro tu eres Alex ¿no?, mi primo, olvida lo de abajo-Mi maleta cayó al suelo y por ende se abrió, me apresure a guardar todo.

-Estos ¿también son tuyos?

-¿Qué?-Pude sentir como mis mejillas se ponían coloradas y como me acaloraba ¡Qué bochornoso!

-¡Puedes irte! quiero arreglar mis maletas

-Oh...disculpa, yo, me retiro, por cierto yo soy...

-Camille, querida hace tanto tiempo, mira que grande estas... ¿estas enferma?

-No, no tía, yo, tengo calor.-Baje la mirada y rogué porque sacara otro tema de conversación.

-¿Y Charles? Pensé que había venido con ustedes, quería conocerle.

Tía Amelia, además de escandalosa, indiscreta-Él y yo, ya no estamos más juntos.

-¿Quieres algún bocadillo?, he preparado los que tanto te gustan-Mi tía lo había entendido, y yo le estaba agradecida el no tener que haberle dado una explicación, cuando llegamos a la cocina me encontré a mi primo, parecía muy concentrado en algo, así que le llame.

-Alex ¿Qué haces?-en cuanto volteo note boronas de lo que iba a ser mi comida, tartamudeó y mi tía, soltó una carcajada, no tía, no era gracioso.

-¿Porque tomas lo que no es tuyo? Tu estas aquí todos los días, ¿podrías no volver a hacerlo?-Cuando finalmente trago, se limpió la boca, lamió sus labios y sonrió como un completo tonto, mientras mi tía y él se miraban con complicidad.

-¿Qué les sucede?

-Él no es tu primo Alex, Camille.

-¿Cómo?

-Es lo que intente decirte hace rato, me llamo Andrew, soy tu vecino.

-¡¿Qué?!-Y entonces la escena donde él tomaba mis trusas del piso, volvió a mi mente y solo quería que la tierra me tragara en ese momento, ¡quisiera que fuera un sueño!, grité y salí corriendo hacia mi habitación.

-Dios mío, qué vergüenza, con el pie izquierdo, primero la bicicleta, luego mi maleta, y ahora el vecino, después de todo creo que fue una mala idea haber venido.-Enterré mi cara en la almohada y decidí quedarme el resto de la tarde encerrada.