capitulo tres

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Viernes, 06 de mayo del 2016
Turquía, 09:20 h

-por favor, no me hagan volver con otra persona.-lo digo entre llantos-se los suplico.

-calla, y haz tu trabajo. Si es que quieres volver a ver a tus padres.-me lo vuelve a repetir la misma frase de todos los días.-ya sabés, haz que enloquezca como lo haz hecho con los otros- dice en perfecto tono alemán.

De tan solo con imaginarme a lo que se refiere, ya me dan náuseas. Y con esa frase ya tomé mi última decisión.

Trabajo.

Como si eso lo fuera uno. Lo dice con tanta tranquilidad y naturalidad. Lo miro a los ojos e intento encontrar alguna humanidad o sencibilidad en ellos, pero solo veo vacío, soledad y odio.

Me levanto de la cama y voy caminando hasta la salida, al salir de la habitación escucho la típica frase del alemán.

-sehr gutes Fräulein.-

Se apoda alemán porque es de esa nacionalidad y solo habla el español cuando nos tiene un cliente.

Es un hombre de buen físico, medianamente alto, de ojos verdes, piel blanca, con la nariz medianamente larga. Tendría entre 35 a 40 años de edad. Para el mundo normal sería el candidato perfecto para una relación en pareja. ¿Pero? ¿Quien diría que este hombre atractivo obliga a cumplir deseos sexuales de personas morfosas? Pues nadie.

Miro por última vez a mis compañeras de cuarto, en especial a Samanta que es la más pequeña de todas nosotras. La más inocente de mente, cuerpo y espíritu. Ella también perderá la inocencia en este lugar igual que nosotras.

Al salir del cuarto me toma Tom del brazo y me obliga a seguirle. Pasamos por el pasillo, subimos las escaleras vamos por otro pasillo giramos a la derecha y por último subimos por otra escalera. Sí, estamos en el sótano escondidas como unas ratas, cada vez que vienen un cliente nuevo nos llevan en el -cuarto de placeres- como lo apodan ellos. Pero antes me lleva junto a Samira la que se encarga de prepararnos.

De seguro se preguntarán el cómo y el por qué estoy en este sitio. En primer lugar por ingenua, el segundo porque era inocente y bonita (aunque no me considero lo último.)

Luego de que Samira me hay preparado todo, me lleva Tom

-camina rápido-me ordena y me empuja de una mala manera el sujeto.

Es difícil de caminar o más bien dicho trotar con estos zapatos altos, más aún con el tamaño que me dan por mi baja estatura.

Caminamos al rededor de 3 minutos aproximadamente llegamos al ascensor y entramos. Tom aprieta el botón 5 y subimos.

En minutos llegamos en nuestro destino. Después de salir del ascensor nos vamos al final del pasillo y paramos en frente de la habitación 27 .

Mi mundo se cayó encima mío, porque lo que ví detras de esa puerta me destavilizo por completo.

Abre un hombre de baja estatura con sobrepeso y calvo.

-Hola conejita- sonríe sinicamente el gordiflon. -no sabes la ganas que te tengo hermosa- he escuchado lo deliciosa que puedes ser.

-p-por fa-favor, no me dejes aquí- le suplico al guardia y a Tom entre llantos, agarrándolos de la ropa -no quiero quedarme con este hombre, se lo suplico.-

-ese no es nuestro problema-me empuja brutalmente el guardia hacia la dirección de la habitación - diviértanse mucho-dice con una gran malicia en los ojos, para luego salir del lugar.

Luego que dijo eso me doy vuelta mirando lentamente al cliente, me doy a entender que no es cualquier persona, sol con el hecho de ver su vestimenta que consiste en una camisa blanca desabrochadas por la mitad, zapatos bien lustrados y cadenilllas aparentemente de oro y plata. Hombre adinerado.

El sujeto camina lentamente hacia mí sacándose lentamente la camisa. Cada vez se hacerca más, el espacio se acorta y me desespero aún más.

Con cada paso su sonrisa se agranda y sus ojos se oscurecen.

Más maldad. Más miedo.

Miro la ventana y dirijo mi vista por última vez al hombre y me decido en hacer lo que estuve pensando desde que llgue aquí. Salgo del espacio corto que queda, paso por su costado y me lanzó al vacío de la ventana.

Ahora ya nada me hará daño, soy libre. Tengo la libertad que tanto desee.
Aunque no de la manera más linda y correcta, pero ya no aguanto, espero que las otras chicas y niñas encuentren la felicidad y que puedan ser libres.

Siento cosquilleos en mi estómago que me hace sonreír, cierro los ojos ante esa sensación agradable. Y me dejo llevar por la bella brisa. Ante esas nuevas emociones me vienen mis últimos recuerdos que he pasado con mis padres y hermanos.

Melanie, la más pequeña.
Fabi, el cabeza huecas.
Mamá y papá.
Y minino, el gato más fiel y cariñoso.

Están en mi mente y en mi corazón, los amo infinitamente.




Holizzz, ¿Hay alguien por ahí? Volví después de unooooosss cuántooos xD.

Inocencias RobadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora