1.

647 35 54
                                    

Harry nunca se había enamorado. Era raro. O sea, todo mundo se enamora. Todos ellos lloran de amor por otra persona, le rinden culto, celan a otra persona y, algunos, morirían por esa persona. Es extraño a cierto modo. La dependencia que se llega a hacer por la otra persona. Como pensar en que si él o ella ya no está la vida no tendría sentido.

Ridículo desde un punto de vista objetivo.

Pensaba que no era para eso. E incluso se sentía mal. Sus amigos e amigas se la pasaban hablando de sus parejas. Acerca de salir con ellos o ellas, cenas familiares a las que iban acompañados e incluso navidad y año nuevo. También de sus problemas por la toxicidad que a veces les causaba a algunos de sus amigos.

Había días en los que sentía que estaba bien estando sola. Pero había otros días que no. Esos días en que salía de fiesta con sus amigos y veía a las personas abrazadas de otros y compartiendo una canción en medio de su borrachez. Todo eso se veía genial. Era lindo pensar que alguien te abrazara de la nada, sólo por el simple hecho de que te amaba. O que una persona te preguntara cómo estabas o cómo te sentías.

Eso si sonaba bien.

Este tipo de pensamientos la abordaban cuando se sentía triste. O en sí su mente estaba de ociosa. No es que ahora esté de ociosa pero va en camino a su casa, es toda una hora por la ruta que lleva el autobus, y se topa con múltiples parejas en el camino. Adolecentes, jóvenes, adultos y ancianos. Se pregunta cuándo le tocará a ella ser una de esas personas.

Quisiera tener esa habilidad de poder enamorarse fácil de una persona sin estar dudando 24/7 de sus palabras. Malditos hombres y sus mentiras, piensa ella. El tener amigos hombres no le facilita nada. Ella los conoce y sabe cómo descaradamente hablan con otras chicas mientras están con sus novias. Ellos las tienen tan aseguradas que no piensan que sus novias les podrían hacer lo mismo o, en el mejor de los casos, dejarlos.

No todos son así. Su amigo Liam podría ser un poco idiota pero es demasiado fiel a su novia, tiene esta especie de vista nublada sólo hacia ella. Harry ha visto cómo algunas chicas le han propuesto salir o irse por ahí después de una fiesta y él se ha negado. Le gustaría tener a alguien así, que piense en ella en todo momento en que se presente una situación así. Que no tenga ojos para otra chica que no sea ella.

Pero viendo el amor de juventud sus pensamientos ya parecen ilusos.

...

"¿Emtonces vendrás?" pregunta Cristina al siguiente día en la universidad.

"Así es mujer. Necesito despejarme. Ayer me dio una crisis amorosa y estaba pensando en por qué no tengo un amor" Harry rueda los ojos.

Su amiga se ríe pero al instante su rostro hace un puchero. "A veces yo también necesito algo de amor".

"Tú sólo los besas y te marchas" se ríe Harry. Su amiga no es del tanto de enamorarse como ella, aunque Cristina si ha pensado en enamorarse de alguien. Sin embargo es demasiado temerosa o los chicos que ha encontrado son demasiado tóxicos o de plano no le gustan. Ella si va más por lo físico. Siempre carga su lema de: Mejor llorarle a un guapo que a un feo.

"Oyeee. Tampoco es tan así" responde Cristina ante la burla. "Además. Tú haces lo mismo".

"Pues no es como si tuviera novio al cual serle fiel. Es algo que pasa en la peda y se queda en la peda" sonríe.

"Te besaste con Landon".

"A decir verdad yo estaba muy borracha y él me besó" responde Harry. "Y pues se me olvidó que él tenía novia".

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 01, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Warwick Avenue: H×LWhere stories live. Discover now