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Ares

Le cuento a Aegan como una chica acosadora -Raquel-, juró que iba a caer perdidamente enamorado de ella y luego de jugar un poco con ella la abandoné. (Obvis no le cuento el resto de la historia, no quiero que si me consigo un cuadre con una chica me lo tire por la borda al decir que tengo novia)

Este se ríe y ya me encuentro un poco mareado debido a tantos tragos.

Llevamos casi cinco horas acá y varias chicas se nos han acercado, Aegan las ha hecho a un lado y yo, bueno, los otros están concentrados en una conversación y no soy una mierda de amigo como para dejarlo solo.

Aegan dice que vuelve dentro de unos segundos, que va por un trago a la barra.

Me muevo a la pista de baile a ver si puedo cazar a una buena presa.

Una castaña se me acerca inmediatamente moviendo sus caderas, ¿mencioné que siempre que las chicas me ven se mojan sus bragas? Bueno, no las culpo, soy ardiente.

Me baila un rato pero al rato me aburro de ella, me recuerda a la bruja y a quien menos quiero recordar en estos momentos es a ella.

Mi conciencia no está muerta del todo pero casi nunca está presente.

Me despido dándole un beso en la mejilla y decido ir al balcón a tomar aire, el alcohol ya hizo efecto y tengo mucho calor. Me gusta la tranquilidad que hay en los balcones y mayormente se encuentran siempre vacíos.

Cierro la puerta al entrar y me giro para encontrarme con un chico sin camisa que está de espalda.

Estoy a punto de hablar pero me quedo embelesado viendo como la poca luz que hay me permite ver los tatuajes que recorre sus brazos. Son muy raros pero artísticos.

Yo tengo tatuajes, pero me gustan más los suyos, son muy coloridos.

Esa persona comienza a abanicarse con la camisa y al parecer siente mi mirada porque se gira.

Sus ojos grices me miran con sorpresa y algo más, algo que no puedo descifrar.

- Al parecer tuvimos la misma idea.

- Vine a refrescarme un rato, hace demasiado calor -me informa.

Asiento y me recuesto al barandal junto a él.

Observo sus tatuajes y puedo ver un nombre, pero antes de poder saber cuál era mueve su brazo impidiéndole verlo.

- Lindos tatuajes.

- Gracias -coloca su suéter sobre el hombro-. ¿Tú tienes algu-hip-no? -Se le escapan un hipo y rio.

- Este -subo la manga de mi camisa para que vea bien el dragón tatuado en el brazo izquierdo-, uno acá -señalo una parte de mi abdomen bajo-, y acá -subo mi camisa para que pueda ver el del lado izquierdo de mi pecho.

Cuando termina de verlo bajo mi camisa y cierro los ojos dejando que la brisa choque en mi rostro, puedo escuchar los suaves hipos de Aegan.

Estoy a punto de hablar cuando siento una mano en mi mejilla. Abro mis ojos pero apenas puedo reaccionar cuando siento sus labios sobre los míos.

Dios, Aegan me está besando, sus labios son suaves y para nada asquerosos. Estoy lo suficientemente borracho como para que no me importe que un chico me esté besando y dejarme llevar por el beso.

Joder, esto está mal.

Eres (Aegan y Ares) ~Fanfic~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora