Tentaciones

10.7K 1.3K 400
                                    

Aquella maldita era cruel, disfrutaba de verlos creer que lo estaban logrando, hasta que hacía que lo perdieran todo. No necesariamente el castigo era material, a ella le gustaba lastimar con fuerza, y dónde más dolía, era el corazón.

Los frutos de aquel acuerdo florecieron como las rosas en su temporada, tan hermosas, resplandecientes.

El apellido Jeon llegó a ser sonado entre líderes, respetado.

El dinero, inigualable, empezó a llegar despilfarrado, a montones.

Taehyung empezó a ponerse aquella ropa elegante y de marca que Jungkook le obsequiaba con amor, así como a su hijo, manteniéndolos más que cómodos en su nuevo hogar. Una mansión valorada en millones.

"Es un negocio que tengo con algunos colegas, amor". Había sido la simple respuesta con pecados no dichos que Jeon le había respondido a Taehyung cuando pregunto de donde sacaba tanto dinero.

El verdadero amor mutuo es maravilloso.

Te hace feliz, aquellas mariposas en tu estómago revoloteando al mirar al amor de tu vida. Te hace sonreír. Te hace confiar.

¿Y la otra cara?, el amor es ciego, con una confianza enorme que puede ser tan buena como catastrófica.

Los amaneceres seguían su rumbo, días, meses. Un amor intacto y el fruto de este crecía entre algodones.

Un negocio dañino e ilegal deja secuelas malas, muy malas.

Taehyung se dio cuenta, Jungkook no era el mismo.

Prepotente, estresado, enojado y lleno de una ira irrazonable. Sus preciosos ojos siempre lucían enfurecidos al cruzar la puerta de su hogar.

Hacer el amor delicado y dulce se había convertido en lo contrario. Una rudeza que al principio encantó a Taehyung, le gustaba, a decir verdad. Verlo entre sus piernas penetrarlo de esa manera ciertamente le había hecho morder la almohada, en un intento de callar sus gemidos. Contemplar al día siguiente el como aquella ira del que desconocía su fuente desaparecía dando paso a una mirada somnolienta, dulce y amorosa le hacía sentir bien.

Jungkook se aferraba a Taehyung, sabiendo que la única manera de calmarse a si mismo era el, siempre sería el, y su dulce bebé.

Pero Jungkook tenía una vena avariciosa, aquel negocio lleno de violencia y drogas siguiendo creciendo con un éxito inimaginable. La satisfacción lleno a Jeon, pero el seguía queriendo mas y más, y más.

La segunda tentación llegó.

En un traje rojo, resaltado aquellas curvas y piernas que muchos se morían por probar, labios carnosos y rojos, enormes ojos miel que ponían aquella falsa inocencia en el rostro de Taemin.

Sus colegas susurraba alrededor de el, "los buenos mafioso, nunca pertenecen a una sola persona, por qué puede tener cientos de ellos, y escoger"

Egoísta. Egoísta.

Aquel chico universitario que se había prometido a si mismo respetar al amor que se le fue entregado ya no existía.

Egoísta, egoísta, susurraba una vocesilla en su cabeza, mientras Taemin lo desnudaba en un cuarto de hotel, tensó como estaba, su propio instinto gritándole que se largará de ahí, no valía la pena, el corazón de Taehyung sí.

"Un buen mafioso, no pertenece a una sola persona..."

Y se dejó manipular, calló sus instintos, y otro pecado se sumo a la lista, uno doloroso.

Aquella mismo noche, observo a Taehyung dormir, sus pestañas espesas adornado el precioso rostro que tanto adoraba, ese que le miraba embelesado siempre que lo besaba, siempre que le susurraba un "te amo".

"Si algún día me engañas, Kookie, no me enfadaré, ni siquiera te reclamaré, aunque duela, y lo único que te pido, es que me lo digas, y terminar de forma tranquila, por que te amo mucho, y mientras seas feliz, yo también lo seré".

Egoísta. Egoísta por qué Jungkook no se lo dijo, lo enterró en esos secretos dentro de su interior.

Taehyung y su hijo eran suyos, suyos, eran de el, el corazón y cuerpo de Taehyung le pertenecía y juro no volver a repetir ese error.

Y lo cumplió.

Pero hizo algo muchísimo peor.

The Consequences of Greed [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora