4. Cuándo Se Avecina El Caos

2.4K 212 45
                                    

Llegó el día se su unión, al final solo eran ellos dos, frente a un un mago autorizado por el ministerio para celebrar matrimonios, para suerte de ambos lo habían contactado semanas antes y aceptó auspiciar la boda sin muchas preguntas, después de todo la unión entre el mismo sexo se practicaba hacía bastante tiempo. Habían decidido unir sus apellidos por lo que después de decir sus votos pasarían a ser los señores Potter-Malfoy.
La ceremonia fué sencilla, habían testigos proporcionados por el ministerio y se realizó sin ningún obstáculo.

Apenas terminó Harry llevó a Draco a la tumba de sus padres. Se pararon frente a ellos y lo presentó como su esposo, pidió su bendición y les aseguró que nunca había sido tan feliz en toda su vida. Draco contenía las lágrimas y ofreció sus respetos ante sus suegros fallecidos, juró que dedicaría su vida a hacer muy feliz a su hijo, que no les fallaría. Se tomaron de las manos, sonrieron y se aparecieron en su casa. Recogieron las cosas que habían dejado listas y se fueron de luna de miel, después de todo era lo que habían planeado durante meses.

Su primer destino fué Francia, Draco había estado ahí muchas veces antes con sus padres, así que llevo a Harry a los lugares más hermosos que conocía y conocieron muchos otros más juntos. Draco hablaba perfecto francés y cuándo interactuaba con alguna persona Harry lo miraba embobado sintiéndose demasiado orgulloso y afortunado de ser su esposo. Caminaron por una de las calles principales de París, cuándo Draco abrió grandes los ojos.

- Aquí podemos obtener los más exquisitos perfumes - Dijo entusiasmado señalando una perfumería que a simple vista se notaba muy exclusiva.

- Estupendo, entremos entonces, elige algo para mi, nunca he usado un perfume caro. - Dijo Harry con una sonrisa tímida.

- Ay Cariño, nunca has usado un perfume - Dijo en tono sarcástico con una sonrisa burlona.

- Si bueno, aún así te mueres por mi - Le devolvió la misma sonrisa que utilizó él y pasó por su lado dándole un beso fugaz en la mejilla. Draco lo quedó mirando con una sonrisa tonta en sus labios.

- Si, si, aún no me explico cómo pasó eso - Se posicionó al lado de él quedando parados frente al mostrador.

La vendedora que los atendió quedó mirando fijamente a Draco, sus mejillas se pusieron rojas y comenzó a titubear cuándo le preguntó que perfume deseaba. Harry la miró complacido, adoraba que la gente admirara a Draco, a su Draco. Los días en Francia fueron maravillosos, se quedaron los días suficientes para recorrer todos los lugares más famosos, entre ellos la torre Eiffel, el museo de Orsay, El Louvre, Lyon, Costa Azul, etc.

Después fueron a Italia, España, Grecia, Georgia. Se tomaron miles de fotos, recorrieron todos los rincones, eran completamente felices, sentían que el mundo era demasiado pequeño para su amor.

Al cabo de un mes viajando por Europa, llegó el momento de volver. Regresaron al Valle de Godric, maravillados por la aventura y contentos de volver al que era su hogar.

- Al fin estamos en nuestro hogar - Dijo Harry lanzándose al sillón.

- Sí, ya lo estaba echando de menos - Decía Draco mientras se sentaba al lado de Harry apoyándose en él.

- Te amo tanto Draco, gracias por esta hermosa vida contigo - Se giró para mirarlo a los ojos.

- Eres tan cursi Potter - Dijo riéndose, besandolo en la mejilla.

- Ey, tu fuiste el que le prometió a mis padres que me harías feliz - Lo chocó con los hombros. Draco lo miró con ternura.

- Sí, supongo que los dos somos muy cursis - Esta vez se besaron suavemente.

Contra Viento Y MareaWhere stories live. Discover now