Amuleto

Días de verano

Música en el miel de tus ojos,

en el frío de tus pupilas,

en el mágico esplendor de tu mirada. 

Mi niño de los bosques rojizos, 

tu melodía llega a mis notas musicales, 

y la arena de mi cuerpo se convierte en movediza

cuando el ritmo de tus manos se funden en mí.

Brota el amanecer 

y la tierra renace,

el polvo de levanta,

se renueva,

y lo hace conmigo,

con el brillo de tus ojos, 

con el amarillo de tus hojas,

cuando desprendes el más colorido de tus besos,

y sacudes cada porción de mi piel, 

con un aroma dulce, 

que se distrae poco a poco con el viento, 

ese viento fresco, 

donde las hojas son libres,

donde lo es nuestro amor, 

ese amor vanidoso

que nace en la noche 

y no muere nunca,

quedando ahí,

como el nutrido atardecer que florece, 

y brilla entre el día y la noche, 

entre tú y yo.