El chico milagro y el monstruo (Ushijima x Tendou) FINALIZADA

Unión

Tendo sonrió echándose hacia atrás en la cama abrazando a Wakatoshi por el cuello acercandolo más a su cuerpo. Un suspiro se escapó de sus labios en el momento en el que su novio tomó su cintura.

— ¡Ah! — Echó su cabeza hacia atrás sin creer poder soportarlo más.

— ¿Estás bien? — Preguntó el menor levantándose un poco para observarlo, no quería pasar a llevar al contrario de alguna forma. Nunca había hecho algo de ese tipo a pesar de suponer cómo serían las cosas en la práctica, siendo sincero tampoco creía que Satori supiera mucho más que él.

—Sí.

—Si no te sientes bien con algo... Por favor dímelo y lo respetaré.

—Lo sé. — Tendo sonrió para después buscar los labios del moreno. — Sé que vas a respetarme. — Tomó una de las manos ajenas para situarla en su pecho. — Siente como está latiendo por ti. — Su mano libre la llevó a bordear el rostro de Ushijima sujetando una de sus mejillas para volver a besarlo. — Te amo...

—Yo también...— Dejó que Tendo tomara el control de la situación, haciendo que se sentara en la cama con el pelirrojo encima de su regazo. Sus manos se movían entre la cintura y la cadera ajena admirandose de lo delgado que era su novio en comparación a él. ¿Siempre fue así? Apretó un poco, metió su mano por debajo de la camiseta para tocar por fin su piel.

—Hm...— Apretó con fuerza sus labios para no exhalar algún sonido demasiado alto que pudiera meterlos en problemas. — Wakatoshi-kun...— Sentía demasiado calor, no pudo más y se quitó la camiseta exhibiendo su pecho desnudo al mayor. Ushijima lo acercó más, a lo que él respondió frotando sus caderas en un lento, pero constante vaivén.

—Ah... — Exhaló el moreno ante la presión en su entrepierna. Se dejó llevar por lo que quería hacer; acercando sus labios al cuello de Satoei comenzando a besar este, alternando entre lamidas y besos suaves conforme bajaba hacia su pecho. Una mano subió hasta uno de sus pezones para tantear terreno, quería ver cómo reaccionaba ante ello. — ¿Está bien? — Preguntó buscando su mirada.

Las mejillas de Tendo compitieron con su cabello al alcanzar un color rojo intenso.

— No... No preguntes esas cosas...

—Pero quiero saber que esto te gusta.

—Sí me gusta... Sigue por favor.

—Está bien.

Volvió a acercar su boca al pecho contrario, ahora su objetivo era uno de los pezones mientras estimulaba el otro con sus dedos; apretando y pasando las yemas de estos por aquel botón sensible. Creía que según más lograra que Satori se retorciera y tapara su boca con las manos significaba que estaba haciendo un buen trabajo. Volvió a separarse de la piel contraria para observar al mayor y le cayó de sorpresa cuando Tendo prácticamente se avalanzó sobre él para quitarle su camiseta y posar sus manos en su pecho apretando un poco.

—Siempre había querido hacer esto. — Masajeaba la piel ajena con una amplia sonrisa, hacía un par de años se había percatado de lo firme que era esa parte del cuerpo de la estrella y siempre había querido confirmarlo con sus propias manos. Quería devolver un poco de la mano ante los estragos que el menor causó en su entrepierna. — Esta es mi almohada favorita, pero también puedo usarla para otras cosas ¿no crees? —Preguntó para después apretar con algo más de fuerza.

—Hm... Si tú quieres. —Respondió Ushijima, sin saber qué decir realmente.

—Anda. Tócame con confianza. — Tomó sus manos para ponerlas en su trasero. — No es muy grande, pero es lo que puedo ofrecerte. — Soltó una pequeña risa traviesa. Ushijima solo le devolvió la sonrisa para después apretar su trasero, primero con suavidad y después disfrutando de apretar con más fuerza y mano larga. Satori en respuesta volvió a reír. — Quizás por estas cosas dicen que los callados son los peores.