Treasure (Drarry/Harco)

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𝒟𝑒𝒸𝒾𝓂𝑜𝓆𝓊𝒾𝓃𝓉𝑜 𝒸𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜

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Desesperación

Draco por instinto se puso en frente de Harry que se encontraba en el suelo recuperando el aliento. Se levantó a duras penas tomando de la mano a Draco mientras se posicionaba a su lado. Lo que tengan que enfrentar, lo harán juntos.

Ambos con el ceño fruncido mirando a Damián, el ravenclaw viendolos con decision y por algún segundo con compasión por tener que tomar esa decisión. ¿Qué había dicho Rodolphus? Qué los matara... a ambos.

Él no puede... él no puede hacerlo, no puede matar a Draco. ¿Tanto tiempo esperandolo para al final acabar todo con un avada? Ni de broma. No podría matarlo...

Tal vez su obsesión por Draco había llegado demasiado lejos, ¡Merlín, había torturado a una persona! Pero él... solo lo amaba... ¿es tan dificil de entender? aunque el rubio no lo volviese a amar, él lo haría. Lo esperaría incluso cuando Draco no volvería.

Pero Rodolphus tenía otro plan, quería matarlos a ambos e incluso... ¿que sucedería cuando todo aquello acabase? ¿Cuando Harry y Draco estén 5 metros bajo tierra? Obviamente el ministerio no los recibiría con un abrazo, directamente los encarcelarían. No podría volver a visitar a sus padres en San Mungo y no podría reconquistar a Draco.

Cuando Draco estaba encadenado y Damián fue a verlo, estuvieron hablando antes de que llegara Rodolphus. Estuvieron hablando despues de tanto tiempo y Draco vió en los ojos de ese ravenclaw algo que no era sano. Algo obsesivo e incluso aterrador.

Era aterrador lo que una persona podía hacer por algo que intentaba llamar "amor". Draco pudo decirle lo que pensaba y ofrecerle una disculpa por todo básicamente. Si Damián le amaba, tendría que entender que el sentimiento ya no era mútuo. Tenía que dejarlo ir pero... era tan díficil para dicho chico.

"Este no eres tú, siempre quisiste ayudar, honraste a tu casa con toda la sabiduría que tenías para el lado del bien. ¿En que momento cambiaste así? Me equivoqué, ¿está bien? no debí estar contigo solo para tratar de olvidar a otra persona sin percatarme. Yo... lo lamento, pero no tenías que hacer esto..." repitió en su mente las palabras que Draco le dedicó.

–¿Y bien? —preguntó Rodolphus—. ¡Ya matalos!

Harry miraba casi cansado la escena, le pesaba el cuerpo y por cada bocada de aire que obtenía sentía pequeños pinchazos restantes de la tortura. Listo para enfrentar lo que volviese a pasar además del Crucio que le lanzaron, aprovechó el momento para concentrarse lo más que podía y intentar un hechizo sin varita con lo debilitado que estaba.

–¿Cual era tu plan desde el principio? —preguntó Damián al Lestrange mientras cerraba los ojos con fuerza. Sentía el enojo, tanto consigo mismo como con la persona que lo había entrenado. Enojado con el mundo, básicamente.

–¿Disculpa?

–¡Solo responde! —gruñó.

–Secuestrarlos y venderlos a Greyback pero si eso no resultaba, yo iba a... —bajó la voz hasta que se dió cuenta de lo que diría. Damián nunca habría querido matar a Draco, jamás hubiera brindado su ayuda en ese caso.