#O2

131 14 0
                                        

Mimos



       Joel: 10 años.

      Erick: 9 años.
                               

Joel se encontraba en la casa de su pequeño mejor amigo de ojos color verdes. Si algo amaba hacer el rizado, era pasar tiempo con él.

Todas las tardes iba a su casa, ya sea para jugar, o hacer cualquier otra cosa juntos. Podrían estar haciendo absolutamente nada, pero el rizado podía jurar que nunca se aburreria. No cuando el azabache se encontraba a su lado.

Ambos se conocieron en primer grado. ¿Quien diría que con un simple 'Hola', se volverían inseparables?

Pasaban sus recreos juntos, sin la compañía de nadie más; sólo el estar el uno con el otro era suficiente.

Para los ojos de Joel, Erick era la persona más maravillosa que conocía, su pelo bien arreglado, siempre olía a vainilla gracias al shampoo que su mamá utilizaba para lavarle la cabeza. Esos ojos color verde esmeralda hacían resaltar su perfecto rostro. Sus pequeños pero bien formados labios siempre tenían un brillo peculiar.

Su personalidad era única. A pesar de sus cambios de humores repentinamente. Amaba cuán tímido se ponía cuando se trataba de gente que no conocía. Con Joel no era tímido (supo tomarle confianza muy -demasiado- rápido), a excepción de cuando el mayor le hacía algún cumplido. Eso sí.

Sus mejillas solían teñirse de un leve color carmesí. Sus orejas se volvían de un color rojo un poco intenso, y siempre trataba de evitar que sus miradas se cruzaran. Erick amaba que le haga cumplidos, pero su timidez no era posible ocultar.

Luego de terminar la exquisita merienda que la mamá del menor les preparó, salieron al patio a jugar.

La mancha. Ese era el juego que la mayoría de las veces jugaban juntos. A pesar de ser sólo dos personas para jugar, se divertían.

- ¡Tocado, te toca Joey!- Erick dio un pequeño empujoncito en la espalda del rizado, y salió corriendo tan rápido dejando al mayor atrás.

Joel lo persiguió por todos lados. El correr de Erick iba disminuyendo cada vez más, ya que se cansaba.

Luego de unos pocos minutos Joel logró atrapar a Erick, siendo el turno de este último para atrapar nuevamente al mayor.

En un intento de atráparlo, cayó. Y para su mala suerte, desafortunadamente se ganó un gran golpe en su rodilla y codo derecho.

El mayor al oír el golpe, se dio vuelta, llegando rápidamente hacia donde se encontraba Erick en el piso.

- ¡¿Estas bien?! ¡¿Llamo a tu mamá?!- Joel se encontraba desesperado.

- M-me duele mucho- Las lágrimas cubrían el angelical rostro de Erick.

- N-no llores, vamos por tu mamá.

Ambos entraron a la casa del menor. La señora Daysi le lavo las heridas con alcohol, y luego le puso dos curitas; una en cada herida.

- Es mejor que vallan a su habitación- Hablo la mamá, dirigiéndose a Erick- Pueden ver alguna película si quieren.

Erick, aún con lágrimas secas en sus mejillas, agarró la mano de Joel y lo dirigió hacia su habitación.

Mientras veían una película escogida por ambos, Joel acariciaba suavemente la mejilla de Erick, dejando suaves besos en el mismo lugar.

Los mimos que Joel solía hacerle a Erick, eran una de la cosas que más amaba el menor.

Sus pequeñas y delicadas manos acariciaban sutil y suavemente las mejillas, cabeza y orejas del menor. Pasando sus dedos por sus ojos, delineando cada pequeño detalle del más bajo.

Para la edad de ambos, no se daban cuenta de sus verdaderos sentimientos, pues aún eran muy pequeños. Pero sabían que el amor que se tenían era mutuo.

Smut Challenge || JoerickWhere stories live. Discover now