Digimon x DxD

Secretos de mundo real

Unas horas después, en Odaiba.

Se podía ver a todos los elegidos y sus digimons reunidos en la oficina de Koshiro, mientras en el suelo estaba Raynare, encadenada y siendo rodeada por los Digimons, pero no lejos de ella estaba Asia recostada en un sofá siendo atendida por Joe y Hikari.

-Mmm.....-Dijo Raynare empezando a abrir los ojos.

-¡Esta despertando!.-Exclamó Lori.

Los demás elegidos rodearon a Raynare, y sacaron sus Digivices por sí intenta algo.

-¿D-Dónde estoy?.-Dijo Raynare abriendo los ojos.

Pero al abrirlos vio a los 12 Digimons, rodeándola y los elegidos mirándola con seriedad.

-Buenas días, chica cuervo.-Dijo Taichi con burla y seriedad.

-¡TU!.-Dijo Raynare furiosa a punto de levantarse, pero....

[¡Burbuja de aire!]

Un ataque de Patamon evitó que se levantaré.

-Ten cuidado con lo qué haces, no sabemos si lo vuelvas a intentar, sea comida de Greymon.-Dijo Taichi con seriedad, agachándose y tomando la mejilla de la caída, haciendo que se asustara.-Bien, ahora que entiendes tu situación, ¿Dime que eres y que era esa cosa en el brazo del chico de la iglesia?.-Pregunto con seriedad.

Todos los demás elegidos estaban sorprendidos de la actual actitud de Taichi, pero sabían que era de esperarse, después de todo el vio la muerte de su profesor frente a él.

-No, tú no me haría daño....¿verdad?.-Dijo Raynare de forma inocente soltando unas lágrimas.

-Agumon.-Llamó Taichi a su compañero.

-Miente....-Dijo Agumon, haciendo que la caída se tensara y alarmara.

-Sabes.....tal vez puedas engañarme....pero los Digimons sienten las emociones y saben cuando alguien miente.-Le susurro Taichi al oído de la caída.

-Ahora dinos....:¿que eres?.-Dijo Yamato serio.

-Y-Y-Yo.....S-So-Soy......¡UN ANGEL CAÍDO!.-Gritón Raynare asustada.

-¿Un Ángel caído?.-Dijo Mimi confundida.

Raynare les contó todo, sobre las facciones y sobre las Sacred gear, y sobre lo que hacía, que le quería arrebatar el Sacred gear de Asía, y por ende su vida, para tener poder y estar alado de su amado Azazel-Sama.

Todos ante esa revelación estaban petrificados, no creían que exista cosas más allá de los Digimons, los Digimons al ver a sus compañeros así fueron a animarlos.

Pero una voz los sacó del trance.

-Hmm.-Sonó la voz la rubia empezado a despertar.

Daisuke fue el primero en acercarse, y algo preocupado se le acercó al rostro de la rubia.

-¿Estas bien?.-Dijo Daisuke a la chica.

-¿Dónde estoy?.-Dijo la chica mirando todo el lugar algo alarmada.

-Tranquila. Estas en un lugar seguro.-Dijo Daisuke dándole un sonrisa amistosa, haciendo que la rubia se siente más confiada.-Mi Nombre es Daisuke Motomiya.

-Mi nombre es Asía Argento.-Dijo Asia algo apenada.

-Bien Argento-San, no te preocupes, solo te veremos tu estado y regresarás a tu casa.-Dijo Hikari acercándose a Asía.

-Y-Yo no tengo casa.-Dijo Asia tristemente.

Todos al verla sintieron algo de lastima por ella, pero Sora se le acercó.