Que rápido es el tiempo.

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Se me culpo de asesinato en primer grado, y ya no puedo mentir, es verdad. No pude soportar que mis horas extra de trabajo no iban a ser pagadas, me enoje y asesine al idiota de mi jefe. Hubo sangre en todos lados. Su secretaria me vio y llamo a la policia. 
Aunque parecía obvio, trate de negarlo durante todo el juicio, pero finalmente no pude con la presión y confesé todo, y a sorpresa mía, solo me dieron un año de prisión, en la famosa "Prision de control y erradicación". Es famosa solo por una razón, nadie sabe que pasa ahí dentro.

 Cuando mi caravana finalmente se detiene, noto de inmediato algo extraño, el oficial frente a mi, cuyo uniforme tiene cosido el nombre de Ecleo, se queda mirando al reloj en su muñeca.

-Bien, son 12:01, es hora de entregarte.- 

Sin siquiera dejarme hablar, cubre mis ojos con una pequeña venda, me toma del brazo y con una prisa enorme, casi corriendo me lleva a lo que se supone es mi celda.  -Te quitare tus esposas, pero no te quitaras la venda hasta que escuches la puerta cerrarse. Quizá te lleves una sorpresa- Me dice mientras que con un simple movimiento suelta mis esposas y las deja caer.

Siguiendo sus instrucciones, inmediatamente escucho el clack de la puerta, me quito la venda que había sobre mis ojos, la luz me encandila un poco, pero a medida que se aclara todo, me llevo una gran sorpresa al ver que estoy en un cuarto anecoico, con solo una cama y un enorme reloj de péndulo frente a la cama del otro lado de la habitación.

Me recuesto sobre la cama y comienzo a hablar conmigo mismo, analizo como es que llegue aquí. Recuerdo como eran los gritos de mi jefe en el momento que lo asesine, y por tonto que parezca, con solo reproducirlos en mi cabeza, pareciera que retumban en todo el cuarto. Sin darme cuenta, pasan varias horas, el reloj frente a mi marca las 10 de la noche, sin nada mas que hacer, tendré que ir a dormir. 

El sonido de las manecillas retumba en todo el cuarto, logro escuchar mis latidos y mi respiración parece agitada, pero no lo esta.

En la mañana me despierta un pitido muy peculiar, en cuanto me levanto de la cama, veo un plato con comida frente al pequeño recuadro en la pared que se supone es la puerta. Una pequeña ensalada, un pedazo de pollo y un vaso de agua es lo que tiene. Miro al reloj y este marca las 8:00.

Cuando termino de comer, miro hacia el reloj y me doy cuenta que solo han pasado 10 minutos, nada de tiempo. Me recuesto otro rato, trato de dormir, pero el sonido del reloj me estresa, después de un rato empiezo a escuchar mi propio corazón, los sonidos de mi estomago, y articulaciones doblándose. Estoy un cuarto anecoico después de todo, esto debe ser normal.

Ruedo en el piso, canto un rato, me cuento chistes, hago ejercicio, nada logra hacer que el tiempo pase. Después de un muy largo rato, llega otro plato de comida, exactamente igual. Pero decido dejarlo ahí, porque a decir verdad, no tengo hambre.

Mi pie no deja de temblar, el sonido es estremecedor, el reloj no se detiene y su segundero me llena de angustia cada vez mas. La pared es radiante de un color crema, mi corazón esta demasiado acelerado y mi cuerpo me exige hacer algo, pero, ¿Que puedo hacer?.

Conforme me concentro en el segundero, mas lento se vuelve...

Llega la noche y todo sigue igual, no puedo dormir y los sonidos en mi cabeza no paran, escucho la sangre correr por mis venas, cada mínimo sonido que hace mi cuerpo lo percibo. No puedo mas, tengo que hacer algo. Miro mi plato de comida y este sigue lleno, decido atragantarme con el y provocarme una marea alcalina, milagrosamente funciona, miro el reloj antes de dormir y veo que son apenas las 10:00, ¿De verdad solo han pasado 2 horas?.

El sonido del reloj me despierta a las 14:00, mi estomago retumba y su sonido retumba en mi cabeza. ¿Que hago ahora?. El péndulo del reloj me hipnotiza, su balanceo de repente me parece fabuloso, lo miro fijamente mientras escucho las manecillas, calculo mentalmente cuanto tiempo a pasado y juraría que he estado horas viendo ese péndulo. Miro hacia la cara del reloj, y solo han pasado 5 minutos. 

Un escalofrió recorre mi espalda al mismo tiempo que una ira llena mi cuerpo, ¿De verdad voy a pasar un año de mi vida así?, ¿Viendo a un péndulo mientras escucho cada sonido de mi cuerpo repetirse una y otra vez sin cesar?. Mi ira no se contiene mas y arremeto contra el reloj, lo destrozo, libero mi ira, y justo cuando lo tiro al suelo, un estruendo enorme resuena, un arma larga sale del reloj y se dispara, dándome justo en la pierna. No se que diablos acaba de pasar, caigo inconsciente mientras oigo la sangre correr.

Nuevamente el click clack me despierta, abro los ojos y estoy rodeado de muchos relojes, todos sonando al unisono click clack, click clack. Mi pierna arde pero definitivamente estaré bien, ¿Quien se molesto en traer estos relojes aquí?. No puedo moverme, mi pierna no reacciona, a cada segundo que pasa, los segundos se alargan mas y mas, el tiempo entre cada click clack se alarga demasiado. Miro atentamente a un reloj frente a mi y noto como el segundero toma una eternidad en pasar de una linea a otra. Nuevamente mi respiración se agita y un ataque de pánico entra en mi

-¡No quiero pasar el tiempo así!- Grito con toda mi fuerza en el cuarto, aunque claramente es inútil. Cuando me arrastro un poco para intentar ponerme de pie, algo frio toca mi mano, es el arma, sigue ahí tirada. Súbitamente los segunderos se detienen y el tiempo se vuelve inexistente.

Después de un rato, los segunderos vuelven a sonar, cada vez mas fuerte y lento. No puedo seguir así. Miro hacia un reloj y ya son las 3:30, ¿Cuanto tiempo llevo aquí? ¿Ya paso un día? ¿Dos? ¿Por que de repente el tiempo se acelero y ralentizo en un instante? ¿Cuanto es un instante?

Mi cabeza empieza a doler por el sonido de los relojes, nuevamente no ha pasado nada de tiempo desde que toque el arma. Aunque si de algo estoy seguro, es que no pasare un año entero así de lento.

Es curioso que el arma, al recargarse, haga un click, pero este, me relaja, y es aun mas curioso, que al escuchar el clack, mi cabeza deje de doler. Es una pena manchar los relojes de sangre. El tiro no fue exacto, en mi agonía, logro notar algo en el techo, un calendario.

Llevo aquí 2 meses.

Guia Basica de TorturaWhere stories live. Discover now