Prueba De Fuego. © |JimSu|

Capitulum Trois

—¡No me interesan tus excusas! ¡Lo que hiciste no estuvo bien Suga!. —grito el castaño a todo pulmón, el nombrado parecía importarle poco los alegatos de su compañero, él solo se miraba las uñas con sumo interés.—— ¡Estoy hablandote! —los niños que estaban viendo todo solo reían porque ellos bien sabían que al rubio no le interesaba mucho lo que le dijeran.

Sin embargo JiMin estaba ahí parado como tonto sin saber que hacer, estaba enojado pero el castaño que le gritaba al rubio lo estaba más, así que quizá prefería guardar silencio. Porque el llamado HoSeok si que estaba furioso, su lobo se había intimidado un poco ante la grave voz que aquel Omega tenía.

—¡No sé cuántas veces más tengo que decirte que dejes de hacer este tipo de cosas, un día alguien va a...!

—Alto ya —se digno a decir aquel alfa rubio, levanto su mano y señaló a JiMin—, el único que va a decirme algo es ese borracho de ahí. En todo caso parece haberse quedado mudó. —musito viéndolo mal. JiMin frunció el ceño, él no era un borracho para que le llamarán así.

—¡No sé qué más hacer contigo, ni siquiera sé que más decirte para que dejes de comportarte como un delincuente! ¡Robaste Suga!.

—Y lo volvería a hacer si está en mis posibilidades. —contesto el rubio con voz neutra, incluso HoSeok se sorprendió por el cambio de actitud del otro— Le robaría incluso al mismo rey para darles de comer a estos niños. —el patio de la entrada de aquel orfanato había quedado en silencio, todos parecían haberse olvidado de como hablar gracias al rubio, lo que había dicho fue algo que nadie se atrevía a decir, nadie, pero él si. Y sin saber que el hijo del mismísimo rey había escuchado, JiMin bajo la cabeza, se sintió avergonzado y cohibido al no poder defenderse.

—No hables así. Pueden escucharte. —dijo en voz baja el llamado Hoseok.— Yo sé que no lo hiciste con malas intensiones pero, ese dinero tiene dueño y es él. —señalo a JiMin discretamente.

—Lo tenía, porque no puedo devolverle ni una sola moneda. Ya hice las compras, en unos minutos vendrán a dejarnos las cosas que compre. —aseguro moviendo las manos elocuentemente.

—Suga —insistió el pobre HoSeok que parecía entrar en una crisis nerviosa—. Puede ir con la guardia del pueblo y contarle lo que has hecho, te meterán a prisión. No quiero eso.

—No te preocupes por eso HoSeok, no será la primera vez que recibo azotes por  no cumplir la ley. —le sonrió para calmarlo— Tranquilo, tu hermano mayor sabe cómo cuidarse solo. —el castaño quiso decir algo más pero Suga no le dejo— Ve y prepará las cosas para empezar a cocinar, dile a JungKook que te ayude, ese niño se la pasa sin hacer nada. —el Omega gruño de manera baja pero aún así obedeció— Yo resolveré esto con el sujeto aquí presente. Anda, llevate a los niños a jugar a otra parte. —no le quedó de otra que hacerle caso, no era la primera vez que algo así ocurría.

—Vengan niños, ayúdenme a limpiar el comedor. —los infantes le siguieron en silencio, no querían estar ahí presentes si las cosas se salían de control.

Suga se cruzó de brazos, avanzó a paso lento hasta donde estaba JiMin, en ningún momento apartó la mirada ni mucho menos se mostró débil. A JiMin le incómodo eso, porque nadie nunca se había atrevido a verlo de esa manera en su vida, a excepción de su madre y hermano—. Y bien forastero, ¿Qué vas a hacer?. —JiMin olisqueo el aire, sintiendo el aroma a alfa que desprendía el cuerpo del chico frente a él, abrió la boca y luego la cerro no sabiendo que responder al momento— Habla rápido que no tengo todo el día, niño Alfa.

Park JiMin gruñó en bajo al ser nombrado así, no le gusto para nada el tonito que el otro alfa estaba usando en el—. Primero me robas y ahora me faltas al respeto. —contesto el príncipe sonando molesto y advirtiendole con su aroma agrio que no le gustaba como estaba siendo tratado.